Bilbao. "Seguimos siendo La Oreja… No nos hemos vuelto locos, ni hemos hecho un disco electrónico", asegura la vocalista de la banda, Leire Martínez, sobre Cometas por el cielo (Warner), que ofrece canciones más rítmicas y enérgicas, con algún sonido sintetizado. "Nos hemos dejado llevar, sin prejuicios y sin plantearnos un cambio. El disco ha surgido así", indica la cantante donostiarra, feliz del regreso a la actividad pública tras dos años de trabajo en la sombra. El quinteto actuará en Donostia y Bilbao en enero de 2012.

Se han tomado tiempo para ultimar el trabajo. Han sido dos años...

Nos lo podemos permitir y así funciona mejor. Hemos sido muy minuciosos y exigentes en la confección del disco, lo que nos ha facilitado dar a las cosas muchas vueltas hasta llegar a las que realmente nos gustaban y creíamos que funcionarían.

Muchas vueltas, dice. ¿A cada canción, o es que tenían muchas?

Hemos trabajado con unas veinte canciones diferentes y de algunas había hasta siete versiones. Teníamos muchas ideas.

En esos casos hay que saber parar, si no no se acaba nunca...

Así es, además somos un grupo al que le cuesta mucho hacer la criba. Elegir las canciones que se quedaron fuera fue muy difícil, una locura.

El trabajo principal se hizo en el local de ensayo, en Donostia, ¿verdad?

Sí, la composición se hizo allí, como siempre, pero hemos cambiado el estudio de grabación. El habitual era Du Manoir, en Las Landas, pero ya no existe como tal debido a la crisis. Al final, buscamos un lugar que nos ofreciera la misma sensación y lo encontramos en Girona, Musicland. Un lugar con mucho prestigio.

Cierto, se han grabado muchos discos importantes. Estuvo Mariah Ca-rey, y nosotros coincidimos con Ma-nolo García, que estaba ultimando su disco. Hemos estado muy a gusto.

Dicen que es su disco más compartido, en lo creativo, de su carrera.

Y así es, porque cuando se compuso el anterior yo ni siquiera estaba. En este he vivido todo el proceso.

Las dudas sobre el sonido del disco ¿surgieron ya en el local de ensayo?

Sí, ha habido dudas de todo tipo. Quedamos con varios productores en Do-nostia, para hacer promoción de la ciudad, y les dijimos cómo queríamos trabajar, pero al final nos dejamos llevar. Elegimos al sueco Simon Nordberg y ha sido uno más, participando en las decisiones.

¿Y vino bien esa visión externa?

Sí. Con el anterior, Nigel Walker, llevábamos mucho tiempo y Simon en-tró sin prejuicios porque no nos co-nocía. Ha trabajado con Eagle Eye Cherry o Britney Spears aunque tampoco es muy conocido. Nos lo plantearon desde la discográfica porque nos estábamos volviendo locos.

Les ha servido para avanzar, pero ¿es evolución o un cambio?

Siempre hay una evolución, es inevitable. Los años pasan y las cosas se ven de otra manera.

Cuando se empezó a radiar el single 'La niña que llora en tus fiestas' hubo fans que se sorprendieron ante su sonido electrónico. Con el disco completo no deben asustarse ¿verdad?

Creo que no, aunque sabíamos que el single podía ser controvertido. Se habló de que nos habíamos pasado a la electrónica. Es verdad que esa canción tiene otro tipo de energía, pero no hemos hecho un disco electrónico. El disco no se planteó como un cambio, planteamos hacerlo como surgiera, sin prejuicios y probando cosas. No nos hemos vuelto locos, seguimos siendo La Oreja y quienes lo oigan se darán cuenta de que hay también temas muy clásicos.

No deja de ser un disco de pop.

Exacto, aunque algunas canciones sean más fuertes rítmicamente, enérgicas o modernas. Pero hay otras muy clásicas, como Paloma blanca, Un minuto más o Mi calle es Nueva York. No buscábamos el cambio, sino hacer lo que nos apetecía.

¿Al grupo le gusta la electrónica?

Escuchamos un poco de todo, y es que es inevitable en este mundo donde la música tiene una presencia tan fuerte. Los medios de comunicación, las tiendas, los ascensores… Las canciones están a nuestro alrededor y es inevitable no ver las tendencias del momento o cuál es la canción del verano. Pero nuestra intención no ha sido hacer un disco así porque ahora se lleve lo tecno.

El grupo tiene imagen ñoña

¡Vamos, como a todo el mundo! Podemos aparentar muchas cosas pero somos personas normales. ¿A quién no le gusta divertirse y pasarlo bien con los amigos? A nosotros sí. Igual la gente esperaba que hiciéramos discos más introspectivos con los años, pero seguimos con ganas de hacer canciones con energía.

¿El título del disco tiene algo que ver con la libertad?

Sí, y la imagen de la cometa suspendida en el cielo pero siempre controlada desde abajo es muy evocadora.

Al final nadie es libre del todo ¿verdad? Ni tampoco un grupo de éxito como el suyo.

Eso es, y creo que la portada evoca eso: el deseo de libertad y de que cada uno haga lo que desea y viva como quiera. La propia canción Cometas por el cielo habla de una pareja femenina homosexual.

Sigue habiendo mucho amor en las letras.

Evidentemente lo hay, aunque también hay otros mensajes más profundos que a veces quedan solapados. Volvemos a hablar de la situación del País Vasco, con una canción que es un deseo para que llegue la paz, finalmente, aunque ahora ya vivamos una situación mucho mejor que hace unos años. Se llama Promesa de primavera; la idea la trajo Pablo aunque la completamos todos, y es muy esperanzadora.

La portada es muy 'moderna'.

Es algo que queríamos hacer hace tiempo. Por ejemplo, en Guapa ya había un dibujo en la portada. No encontrábamos la idea pero dimos con la web del ilustrador francés Serge Birault salseando por Internet. Es un fuera de serie, se emocionó mucho con el trabajo y es un especialista en arte digital.

Colaboran con un videojuego llamado Los Sims. Explique eso para alguien que es de la 'Galaxia Gutemberg'. Que se entienda, quiero decir.

Es un videojuego muy exitoso que crea una especie de sociedad con personajes que se van relacionando, donde tú creas el perfil que deseas. Ya se hizo una colaboración hace unos seis años, con una canción del grupo en idioma Sim. Ahora hemos llevado la colaboración al videoclip de La niña que llora en tus fiestas, que es un híbrido porque hacia la mitad aparecen nuestros avatar, nuestras versiones en Sim. Es muy divertido y, además, a todos nos gustan mucho los videojuegos porque nos salvan en muchas horas muertas de los viajes. Además los videojuegos y la música están muy ligados. Esta propuesta es superchula y tiene sentido.

Los conciertos no llegarán a Euskadi hasta principios de 2012 ¿verdad?

Sí, empezaremos en Donostia y luego llegará Bilbao, en enero, aunque las entradas están ya a la venta. Ahora seguimos con la promoción, haremos algunas firmas y en octubre arrancará la gira, la gran mayoría en el Estado, aunque también iremos a México, Estados Unidos, Brasil y, quizás, París y Londres. ¡Imagina las ganas que tenemos! La gira es lo que le da sentido a todo esto. Ver a la gente disfrutando contigo y tus canciones es muy emocionante.