Vitoria. Matemáticas, lenguaje, historia, física, biología, y un sinfín de materias diferentes, son las protagonistas, junto a los alumnos y los profesores, de "la vuelta al cole" tradicional. Pero la cultura también tiene su espacio en este retorno, alejada de lo que suponen los manuales escolares, que constituyen una forma más de transmisión de la misma. La danza, el canto, la música, la pintura, todas las artes en sus diversas manifestaciones, son actividades que se pueden disfrutar y aprender en las academias y conservatorios (ya sean públicos o privados) durante todo el año.
Es ahora, precisamente, cuando la gente se interesa, o se vuelve a interesar, por estas tareas artísticas. Las vacaciones de verano se han acabado y toca volver a la rutina, es el momento de la "vuelta a la academia". Por ello, los centros especializados ultiman los detalles para que en los próximos días dé comienzo el curso.
Septiembre es el mes en el que todo empieza, a pesar de que en muchas de las escuelas no hay un plazo cerrado de matrícula. En ellas los interesados pueden comenzar cuando mejor les venga. Esto pasa, sobre todo, con las academias que imparten clases para los aficionados. No hay una fecha oficial que marque el comienzo, pero más o menos coincide con el inicio del curso escolar. "Después de las vacaciones se van incorporando poco a poco y es en octubre cuando damos los grupos por cerrados", aseguran desde Artebidea.
PERSEVERANTES Los vitorianos suelen terminar lo que empiezan. Esa es la conclusión a la que se llega viendo los datos que manejan las academias. "Cerca del 90% de los que se apuntan terminan el curso", aseguran desde la Academia Artebidea, especializada en pintura. "Un porcentaje muy bajo lo deja", comentan en Viena Escuela de Música. La única voz discordante es la de la Dantzatria, desde donde aseguran que "hay mucha gente que abandona".
Quizás el hecho de que una escuela esté dedicada a profesionales o a aficionados tenga algo que ver en este asunto ya que "no es lo mismo que una persona empiece un curso porque se quiere dedicar a ello, que por una simple afición", comentan en el Conservatorio Municipal de Danza. "Cuando acudes a una actividad como un hobby te puedes cansar en el momento más inesperado, o simplemente porque no sabes como cuadrarla en la agenda diaria", afirman en la Danzateria. "Hay gente que viene pensando que al salir de aquí tiene que hacer mil cosas y no está centrada para nada en el desarrollo de la clase, por ello, algunos terminan abandonando", explican, alegando que la constancia no es una de las facetas más comunes de la sociedad actual.
Sin embargo, las expectativas para este inicio de curso no son malas. La crisis parece no haber afectado demasiado las pretensiones artísticas de los vitorianos. En la mayoría de los centros especializados, teniendo en cuenta el número de preinscripciones, esperan subir la cifra de estudiantes en sus filas.
ACTIVIDADES DIVERSAS Las clases son reducidas, en ninguna de las aulas se juntan más de 30 personas. Hay algunos cursos que por ley si que tienen controlado el alumnado como sucede en el Conservatorio Municipal de Danza. "En las enseñanzas elementales tiene que haber como máximo 20 alumnos, y en las profesionales 15", aseguran. Al igual que hay un sinfín de tareas diferentes para realizar, también hay numerosas academias diferentes que las ofrecen. Además, los puntos de vista para transmitirlas también son diversos. Las academias acogen tanto a personas con conocimientos sobre las materias que imparten, como a gente que "no tiene ni idea pero que le gusta y que, generalmente, va evolucionando en sus conocimientos favorablemente hasta que terminan disfrutando de ello", como explican desde la Danzateria.
Estas actividades están pensadas para gente de todas las edades, por lo que para organizar las clases, además del nivel, se tiene en cuenta la edad de los participantes. Para los niños hay varios grupos, dependiendo de los años que tengan y con los adultos se mira más el nivel de conocimientos que posean. La frecuencia tampoco es la misma, en los cursos de iniciación se empieza con clases de 45 minutos, mientras que las de perfeccionamiento duran una hora durante varios días a la semana. Aún queda tiempo para decidir si apuntarse a una u otra cosa, pero hay que recordar que no todas las academias y escuelas tienen los plazos abiertos, por lo que no hay que relajarse en exceso si realmente se está interesado en aprender alguna de las actividades que se ofrecen en torno a las artes.