MADRID. "Mi carrera ha vivido muchísimas cosas. Definitivamente, lo más hermoso ha llegado este año y lo más preciado se ha despedido en lo físico. Lo demás, es parte de la vida y del oficio. Estamos dentro de la industria y ladran porque cabalgamos", ha diccho la artista mexicana, que el 14 de noviembre publicará su décimo disco de estudio.

Rubio ha querido con él que, "en un momento en el que la economía y todo lo demás parece ser negro, escojamos una actitud positiva, de cambio, de fe, de que todo va a estar mejor, en lugar de sumirnos en la oscuridad".

Este nuevo trabajo, que sucede a "Gran City Pop" (2009), supone además su retorno al mercado anglosajón, con un 70 por ciento de canciones en castellano y un 30 por ciento en inglés.

"Yo me crié en México, pero he estado siempre entre EEUU y mi país. Hemos querido hacerle un guiño a la cultura 'spanglish', que crece cada vez más y que está dividida entre esos dos mundos", cuenta.

"Me gustas tanto", cuyo videoclip empezará a rodar la semana próxima, es la canción de adelanto y constituye un claro exponente del hilo conductor de este disco, "ecléctico" con alguna ranchera y alguna "rumbita", pero en el que "el ritmo es el protagonista", "para bailar, para hacer ejercicio, para sudar y para gozar".

RedOne, responsable de éxitos internacionales como "Bad Romance" de Lady Gaga o "I like it" de Enrique Iglesias, produce gran parte de los diez cortes que contendrá la edición estándar, con unos arreglos en líneas generales "entre lo tecno y los instrumentos del rock and roll (bajo, batería, guitarra acústica...)".

"Yo no quiero parecerme a Enrique ni sonar como 'Pa-panamericana'", asegura la artista, quien niega también que escogiese a RedOne porque fuese el productor de moda con Lady Gaga.

"Tuve oportunidad de conocerlo con Enrique Iglesias y con Jennifer (López). Es multifacético. Nació en Marruecos, se crió en Suecia y se vino a vivir a América. Gracias a todo lo que le ha rodeado, tiene una idea muy clara de lo que es una batucada, una lambada o una ranchera", explica.

La llamada "chica dorada" añade que, a día de hoy, puede hablar de su productor como de uno de sus "grandes amigos" tras un año de trabajo que le ha llevado de los estudios "Ananda", de su propiedad, a Nueva York, Los Ángeles, Madrid y Jamaica, a menudo persiguiendo a los artistas colaboradores.

El dúo venezolano Chino y Nacho o el colombiano Casadiego figuran entre los responsables de unas composiciones que igual invitan a la fiesta, al despertar de una conciencia social colectiva o al recogimiento, como el tema en el que ha trabajado Julio Reyes Copello, uno de los que más le han marcado, dice la artista, por su relación con los momentos personales vividos.

Rubio, que fue madre en pasado noviembre, sostiene que la maternidad influye mucho en su trabajo, porque "las prioridades cambian y también tus canciones, tu melodía y lo que estás diciendo en tu día a día".

Concentrada ahora en el proceso de mezclas de este trabajo, la artista afronta con calma el desarrollo de los episodios judiciales que ha protagonizado a su pesar.

A la demanda de un empresario colombiano, que le reclamaba un millón de dólares por presunto incumplimiento de contrato, se une el juicio -fijado para el miércoles próximo- por cargos relacionados con un accidente de tráfico en Miami.

"Si no me ha pasado nada legalmente en los últimos 15 años, no creo que haya de qué preocuparse. Todo está en manos de mis abogados", informa la cantante, que ahora piensa sobre todo en su nueva gira promocional, que podría comenzar en Centroamérica el próximo mes de diciembre, con el objetivo de mostrar, avanza, "algo diferente".