Venecia. A sólo tres días del final, el 68º Festival Internacional de Cine de Venecia vivió ayer una desconcertante jornada de competición oficial con la presentación de los filmes del cineasta estadounidense Abel Ferrara y de la italiana Cristina Comencini. Los dos directores presentaron sendas películas que provocaron el efecto opuesto al deseado en el público que acudió a sus primeros pases: somnolencia con Ferrara y risas en el caso de Comencini.

El realizador estadounidense llega a Venecia para competir por el León de Oro con 4:44 Last Day on Earth, una apocalíptica cinta sobre una hipotética aceleración del final del planeta que cuenta con Willem Dafoe y Shanyn Leigh como protagonistas y en la que ha colaborado el cineasta chileno Pablo Larraín como productor. En casi hora y media de duración, Ferrara pone imágenes a un ficticio último día del planeta en Nueva York sin salir de un apartamento, el espacio escénico en torno al que gira la trama y en el que conviven los protagonistas, Cisco y Skye. Con una buena historia a sus espaldas, 4:44 Last Day on Earth termina siendo una sucesión de las últimas escenas de sexo entre Cisco y Skye hasta un final en el que se transmiten los únicos sentimientos de miedo e incertidumbre ante el fin del mundo que se pueden ver en toda la cinta. "Cuando hablamos de esto en el rodaje nos dijimos: bien, el mundo terminará... Pero intentamos pensar en cómo reaccionaríamos si nos dijeran que esa noche estaríamos muertos", indicó Ferrara, quien hace referencia en el filme a las acciones contra el calentamiento global del exvicepresidente de EEUU Al Gore. "Hay dos cosas siempre verdaderas: los impuestos y la muerte. Hacienda se ocupa de los impuestos y de la muerte no se sabe quién. Todos sabemos que moriremos, pero mientras vivimos", agregó. Dafoe negó que su personaje estuviera tan sereno en la película, aunque el comportamiento que tiene es, según él, su única elección ante la cuestión del fin del mundo.

Por su parte, Comencini presentó Quando la notte, adaptación de su novela homónima protagonizada por Claudia Pandolfi y Filippo Timi. Lo que en un principio plantea la cineasta italiana como un melodrama romántico en torno a los traumas de un hombre que desconfía de las mujeres tras la marcha de su madre cuando era pequeño, terminó convirtiéndose en Venecia en una historia casi cómica, debido a las carcajadas generalizadas en el pase de prensa. Cargada de tópicos de historias románticas, Quando la notte recibió algún abucheo por una historia que en su final poco tiene que ver con el planteamiento inicial. La trama se localiza en las montañas del Piamonte, un paraje al que llega Marina acompañada de su hijo para pasar unos días y donde conocerá a Manfred, un lugareño de complicado carácter marcado por su infancia y una pasada relación sentimenal.

También ayer, Israel presentó su único filme a concurso, El intercambio, de Eran Kolirin. Una historia "sobre las dudas y las posibilidades de la libertad".