Los ángeles. Keenan hace una mueca tras sus gafas, mirando directamente a cámara, y arranca. Abre y cierra los ojos, intercala gestos, se encoge de hombros, inclina la cabeza y mueve los labios. En el fondo, el dormitorio desordenado de un niño; en primer plano, el rostro redondeado de un adolescente de 16 años, imitando en playback a cantantes como Katy Perry, Britney Spears, Justin Bieber y el rapero 50 Cent. Miles de adolescentes cuelgan sus vídeos en Internet en busca de fama. Pero Keenan, que sufre una rara enfermedad metabólica, ha conseguido pese a sus 1,25 metros de altura destacar muy por encima de los demás.

Desde hace tiempo es celebrado como una estrella de YouTube. Sus vídeos son vistos millones de veces y cuenta con más de 100.000 seguidores en Twitter. Vive con su madre y una hermana pequeña en Chicago, pero mientras tanto participa en programas de televisión, sube a los escenarios de clubs y colabora con famosos para filmar videoclips y anuncios publicitarios. El éxito aún no se ha subido a su rizada cabeza. "No entiendo muy bien por qué a la gente le gustan tanto mis cosas", cuenta susurrando a través de su teléfono móvil en el aeropuerto de Los Ángeles, poco antes de regresar a Chicago. Con su apretada agenda de citas, no es fácil conseguir una entrevista con Keenan.

Esta es la historia de su éxito: "Cuando cumplí 13 años me regalaron un PC con webcam, grabé un video y lo colgué en YouTube, y así empezó todo", resume sin delirios de grandeza. Su pequeña comunidad de fans se disparó cuando Katy Perry se enteró de la versión que hizo de Teenage Dream. A la estrella californiana le encantó y tuiteó a Keenan un amoroso "I heart you". Aquello fue en septiembre, y desde entonces su playback de Katy Perry ha recibido más de 40 millones de visitas en YouTube. Pocos meses antes, el joven se había disculpado frente a sus fans por tener que hacer una pequeña pausa. Ante la webcam mostró una cicatriz reciente en la parte de atrás de la cabeza, debida a una operación cerebral. Keenan nació con el síndrome Maroteaux-Lamy, una enfermedad incurable que produce malformaciones en los huesos y frena el crecimiento. La cabeza de quienes la sufren suele ser desproporcionadamente grande, el cuerpo regordete y la esperanza de vida corta. El adolescente tiene que ir al médico todas las semanas y ha pasado ya diez veces por quirófano. "La enfermedad nunca me ha frenado", asegura. Y sus padres lo tratan "con toda normalidad". Keenan va al colegio, pero su vida diaria ya no es "totalmente normal". Los fines de semana los pasa entre citas y actuaciones, de Las Bahamas a Las Vegas y a Los Ángeles. En junio se reunió con Katy Perry. Britney Spears conectó vía satélite con la versión de Keenan de Till The World Ends.

El adolescente ha rapeado además con Nick Cannon, el marido de Mariah Carey, el tema Famous; grabó un spot con Jennifer Aniston e hizo un anuncio para el biopic de Justin Bieber con unas gafas 3D.

También el rapero 50 Cent aprecia a su pequeño imitador. Keenan aparece en su dormitorio, haciendo su particular playback de Down On Me, cuando el astro del hip hop entra de pronto y canta en directo. El joven no tiene miedo a los focos. "Normalmente no me pongo nervioso", dice sobre sus encuentros con famosos. "Las estrellas son en realidad gente normal". Desde pequeño tenía claro que quería ser cantante o actor. "Eso sale solo", opina sobre sus actuaciones ante la webcam. No ensaya mucho, simplemente pulsa el botón de grabar. Pero Keenan no quiere conformarse con hacer playbacks. "También sé cantar", afirma. Con todo, la estrella de YouTube no sólo tiene fans: también hay quienes lo critican y lo tildan de friki sin talento. "A veces recibo cartas de odio, pero miro hacia otro lado". Además, puede consolarse con los miles de mensajes de sus admiradores. Una fan le escribió recientemente en su perfil de YouTube para agradecerle sus videos cool: "Gracias por mostrarme que los sueños pueden hacerse realidad.