Vitoria. Han pasado ya unos meses desde que la película Arriya se viese por primera vez en el Festival de Cine de Málaga, siendo una de las grandes triunfadoras en un palmarés final que, en el capítulo a la mejor banda sonora, distinguió al compositor gasteiztarra Bingen Mendizabal. Y ahora ha llegado el momento de que el filme dirigido por Alberto Gorritiberea intente cosechar el mismo éxito entre el público de las salas comerciales.

Hoy mismo se estrena una producción que se presenta como un drama rural, un poema audiovisual enmarcado en lo más profundo de Euskal Herria aunque su historia sea universal. Amor, odio, tradiciones, rencor, familia, un río, un molino y naturaleza a raudales se mezclan en una película que también se estrena en la capital alavesa.