ciudad del cabo. Madonna no quería andarse con pequeñeces en África. "Si trabajamos juntos, nuestros esfuerzos no sólo pueden cambiar Malawi, sino suponer un punto de inflexión para todos los pueblos necesitados" del continente, planteó en la presentación de su organización humanitaria, Raising Malawi. Pero mientras tanto, la diva del pop se encuentra ante los primeros escombros de su ambicioso proyecto. Se malgastaron millones de dólares, la disputa con los empleados de la organización llegó a los tribunales y en EE.UU., las autoridades financieras están investigando a Raising Malawi. Pero Madonna, que ha adoptado a dos niños del país africano, no está dispuesta a tirar la toalla. La semana pasada sufrió su primera derrota jurídica. Una corte de Blantyre, rechazó la petición de abrir un proceso contra Raising Malawi. Como consecuencia, ocho exempleados pudieron querellarse por "despido improcedente". En el trasfondo está el desastre del principal proyecto de Madonna: construir una escuela para niñas. Su final se anunció en enero, pues aunque las obras no habían comenzado, ya se habían esfumado 3,8 millones de dólares. En una investigación interna fueron muy criticados el entonces gerente, Philippe van der Bossche, y Anjimile Oponyo, futura directora del colegio. Así, el proyecto quedó paralizado, lo que enojó al Gobierno de Malawi. El ministro de Educación, Peter Mutharika, criticó, según el diario The Nation, que no se les tuviera en cuenta: el Ejecutivo había apoyado el proyecto, de 15 millones de dólares, con la compra de más de 45 hectáreas de terreno en el pueblo de Chinkhota, cerca de Lilongwe. La autoridad municipal mostró su decepción: "Hemos abrazado los planes y vendido nuestra tierra... Ahora no tenemos tierra donde construir". Muchos de los habitantes de este empobrecido país se sienten decepcionados con Madonna: "Desde el principio había quienes opinaban que ella sólo quería adoptar a nuestros hijos. Cuando eso se resolvió, abandonó el proyecto. Es una secuestradora de niños", criticaba Ireen Macheso, madre de tres pequeños en Blantyre. Pero en la ciudad también hay otras voces: según Peter Chiwanda, por ejemplo, la diva del pop debería contratar "a gente seria" y continuar con su proyecto. Hasta la fecha, Madonna ha puesto 11 millones de dólares de su bolsillo para Raising Malawi. Aunque los primeros millones hayan sido en vano, no quiere darse por vencida. "Quiero hacer más y hacerlo mejor", dijo en enero. En un país donde sólo una de cada tres niñas puede ir a una escuela secundaria, el proyecto para un máximo de 500 niñas es demasiado pequeño. "Me gustaría que fuera para miles, no cientos de niñas", declaró. Por eso, piensa comprometerse con grandes proyectos educativos. Y al menos en la elección de grandes palabras, la diva del pop sigue fiel a sí misma.
- Multimedia
- Servicios
- Participación