Barack Obama -que ha ingresado en el club de los cincuentones- no es, pese a las numerosas comparaciones, John F. Kennedy, ni Jennifer Hudson se parece (ni de lejos) a Marilyn Monroe. Si embargo, al actual presidente de Estados Unidos le cantaron el miércoles por la noche un Happy Birthday algo adelantado en vísperas de su 50 cumpleaños, que fue ayer. Horas antes de cumplir el medio siglo, y más tranquilo -si no totalmente satisfecho- tras sortear en el último minuto la crisis del techo de deuda, Obama viajó a Chicago para participar en dos eventos de recaudación de fondos para su campaña para la reelección y para celebrar, de forma adelantada, su cumpleaños en la que considera su ciudad. En una de esas citas, la cantante y actriz Jennifer Hudson, también oriunda de Chicago, le cantó el Feliz Cumpleaños acompañada de la leyenda del jazz Herbie Hancock. El mandatario aseguró que "no podría tener un mejor regalo que pasar la noche en Chicago" con su gente, aunque los fondos recaudados, según la prensa 3,6 millones de dólares, no deben de ser un mal presente.
Oficialmente, Obama llegó al medio siglo en el Air Force One, el avión presidencial que al filo de la medianoche lo llevó de vuelta a Washington, donde ayer, ya de pleno cumpleaños, le esperaban nuevas celebraciones, aunque en un círculo más íntimo. En un día en el que no tenía ninguna reunión en la agenda, el mandatario celebró por la tarde su aniversario con su personal en la Casa Blanca. Por la noche, Obama y su familia recibieron en la residencia presidencial a un reducido círculo de amigos para cerrar la ronda de celebraciones.
No se sabe si su esposa, Michelle, y sus hijas Sasha, de 10 años, y Malia, de 13, le reservan alguna sorpresa. El año pasado, para los 49, LeBron James, Dwayne Wade y otras estrellas del baloncesto como Paul Gasol jugaron un partido informal en la Casa Blanca con el presidente, mientras Michelle estaba de vacaciones en España con Sasha. "Lo pasamos fenomenal. Será difícil superar eso", desveló Obama.
Su primer cumpleaños en la presidencia lo pasó trabajando en la Casa Blanca y será recordado por la sorpresa que le dio a la veterana periodista Helen Thomas, con quien comparte día y mes aunque no año de nacimiento, al entrar en la sala de prensa con un plato de cupcakes, una especie de magdalenas grandes recubiertas de cremas de colores, con una vela. En aquella ocasión Thomas, que cumplía 89 años, pidió como deseo para Obama que consiguiera la reforma del sistema sanitario. Este año el presidente pedirá un índice de desempleo más bajo.
La ronda de celebraciones se inició el miércoles con el final de las largas negociaciones sobre el techo de la deuda, tras lo que invitó a una hamburguesa a su equipo. Obama llevó a su personal al restaurante Good Stuff, una concurrida hamburguesería cercana al Capitolio, donde se puso a la cola en corbata y mangas de camisa.