Londres. Eva Gabrielsson, compañera durante 32 años del difunto autor sueco Stieg Larsson, negó hoy que exista una cuarta novela que remate la popular trilogía "Millennium" que encumbró al artista después de su muerte en 2004.

En declaraciones a Radio 4 de la BBC, Gabrielsson afirmó que "no hay mucho de cierto" en los rumores que apuntan a que Larsson dejó esa obra escrita en un portátil y matiza que, por lo que sabe, lo que hay son unas doscientas páginas inconexas.

"Hay el comienzo de una cuarta novela", concede la compañera del genio del suspense, inmersa en una batalla legal con la familia del fallecido por los derechos sobre su obra.

"Estimo que hay unas 200 páginas, a juzgar por lo que vi (...) y por lo que sé del volumen de trabajo que tenía en los últimos dos meses" de su vida, declaró en el programa "Woman Hour".

Gabrielsson estimó que "probablemente las páginas escritas no estén conectadas. Stieg -recordó- era un escritor espontáneo, podía escribir escenas y no hilarlas hasta más adelante, simplemente le gustaba aquella escena". "Eso no se puede llamar una novela", aseveró Gabrielsson.

Stieg Larsson, muy comprometido con movimientos democráticos y contra el racismo en su país -lo que se refleja en sus libros y su trabajo periodstico-, es el autor de la popular trilogía protagonizada por Lisbeth Salander, de la que se han vendido 27 millones de copias en el mundo y que ha sido convertida también en una saga de películas.

Larsson murió de un infarto en 2004 cuando tenía 50 años. Debido a que no estaban casados, Gabrielsson no heredó su patrimonio, que fue a parar a la familia de él, con la que, según su compañera, no tenía buena relación.

Gabrielsson reiteró hoy que "muchos de los pensamientos e ideas vertidos en Millennium" eran suyos, y añadió que "algunas cosas" eran "solo" suyas, otras eran de él y otras las habían "desarrollado juntos".

Explicó que rechazó la oferta que el padre y el hermano de Larsson le hicieron en 2009 de varios millones de euros y un cargo en el Consejo de Administración en la empresa que ahora controla el legado del artista porque, dijo, la habría "limitado". Sobre su nuevo libro, titulado en inglés "Stieg and me" ("Stieg y yo"), aseguró que no lo ha escrito por venganza sino con espíritu de "justicia", en un intento de dibujar un retrato sincero de su pareja de toda la vida.