vitoria. Con la entrada más floja de los seis días de Jazz del Siglo XXI, Jeremy Pelt y su quinteto salieron a darle la puntilla al ciclo del Principal con una propuesta llena de clasicismo y sobriedad. Y cumplieron con creces con su papel de epílogo en una velada ideal para el paladeo de notas, para las alternancias de trompeta y saxo, para la conjuntación de un grupo bien armado y con las ideas claras. A veces, la efectividad es la mayor de las virtudes. Y así trabajan estos músculos del género, que lucieron bíceps en la calle San Prudencio. Foto: mikel barazón