VITORIA. El Festival Internacional de Jazz de Getxo cerró su trigésimo quinta edición con cerca de 15.000 asistentes. A lo largo de cinco jornadas de conciertos, jam sessions y actividades, el público ha podido disfrutar de una propuesta musical caracterizada por la diversidad y la calidad, reafirmando su apuesta por las jóvenes bandas, protagonistas del Concurso de Grupos y de la sección Tercer Milenio, que comparten programa con artistas de talla internacional.
Este año, los conciertos principales han acogido formaciones y estilos muy diversos. Las dos primeras jornadas, protagonizadas por los conciertos de Aki Takase y su New Blues Project, y de Lee Ritenour, dejaron un buen sabor de boca en el público jazzero, al que acercaron dos propuestas muy diferentes. En el ecuador del festival, el escenario de la plaza Biotz Alai recibió a Dave Holland, uno de los contrabajistas más destacados de la escena internacional, y el pasado lunes, Chucho Valdés y The Afro-Cuban Messengers abarrotaron la plaza Biotz Alai con sus ritmos de jazz latino. Finalmente, el festival se despidió ayer de la mano del saxofonista Branford Marsalis, que también agotó las entradas para su concierto.
Las jóvenes bandas han vuelto a tener un lugar destacado en el Getxo Jazz a través del Concurso de Grupos, en el que conjuntos de España, Rumanía, Suecia, Dinamarca y Francia han mostrado un gran nivel musical. La banda sueco-danesa Carl Winther Trio que, a pesar de su juventud ya se ha destacado en la escena jazzística nórdica, se hizo con el primer premio del certamen, seguida del grupo francés Melquiades Quartet. El premio al Mejor Solista fue a parar a manos de Matthieu Chedeville, saxofonista del cuarteto galo.