MADRID. El autor de novelas como "Manuscrito Carmesí" y "La pasión turca" considera que "todo parece interminable, monótono, invasivo... Menos la vida: no tenía edad ya de nuevas experiencias".
"Las nuevas experiencias me llegan tarde. Trataré con todo de defraudar a la muerte una vez más: la última", dice en alusión a los anteriores "salvamentos quirúrgicos" a los que ha sido sometido.
La enfermedad "es un camino incómodo, que lleva o no a la muerte con o sin rapidez", apunta Gala y asegura que está "en buenas manos: lo suficiente como no querer pasar a la Mejores".
Gala, en su declaración en la que no precisa el tipo de cáncer que padece, afirma estar inmerso, en "un largo puteo", como define a su doble tratamiento de quimioterapia y radioterapia, en el que siente que su cuerpo es "el campo de batalla" de "una guerra".
Poeta, dramaturgo, novelista, ensayista y articulista, cuya imagen está unida a su inseparable bastón, nació el 2 de octubre de 1936 en Brazatortas (Ciudad Real), pero siempre ha considerado su patria "chica" Córdoba, que lo acogió de niño y, con el tiempo, tuvo gran influencia en su obra.
Entre los libros de ensayo más emblemáticos del autor figuran "Charlas con Troylo", "En propia mano", "Cuaderno de la dama de Otoño", "La soledad sonora" y "Dedicado a Tobías".
Con "Los verdes campos del edén", Premio Nacional Teatro Calderón de la Barca, inició su fructífera carrera dramática que prosiguió con "Los buenos días perdidos", por la que recibió el Premio Nacional de Literatura en 1992.
También destacan en su producción dramática "Anillos para una dama" (1973), "¿Por qué corres Ulises?" (1975), "Petra Regalada" (1980), "Samarkanda" (1985), "Carmen, Carmen" (1988) y "La truhana" (1992).
Publicó su primera novela en 1990, "El manuscrito carmesí", que obtuvo el Premio Planeta, y a la que siguieron, entre otras, "Más allá del jardín", "Las afueras de Dios", "El pedestal de las estatuas" .
En su producción lírica además de "Enemigo íntimo", destacan "El águila bicéfala: textos de amor" (1994), "Poemas de amor" (1997) y "El poema de Tobías desangelado" (2005), al que el propio autor considera su "testamento literario".
Entres sus últimas publicaciones figura "Los papeles de agua" (2008), definida por él mismo como una mezcla de ensayo y novela.
Antonio Gala es también un prolífico autor de artículos, en los que a menudo se muestra crítico y activo en asuntos políticos y sociales. En este ámbito destaca "Mis charlas con Troylo" (1981), editado a la muerte de su perro y por el que recibió el Premio César González Ruano de Periodismo.