Madrid. "Propongo al gobierno español y a su ministra de Cultura designar a San Sebastián como capital europea de la cultura en 2016". El presidente del jurado pronunció estas palabras y un grito colectivo de sorpresa, alegría y euforia atronó en el auditorio del Ministerio. Ni los ganadores ni los perdedores parecían dar crédito a lo que acababan de escuchar. Lo que vino después fue una entusiasta celebración empapada de lágrimas, risas nerviosas y cierta anarquía. No era para menos. El sueño de tres años de duro e intenso trabajo alcanzaba finalmente su recompensa.
El titular de la crónica de ayer en estas mismas páginas rezaba: "A por el 2016 con la paz como bandera". Y sin menospreciar la labor de la candidatura ni la calidad de su oferta cultural, que es lo que al final se juzgaba, podría decirse que en cierta medida fue la apuesta por la pacificación incluida en el proyecto Cultura para la convivencia lo que pudo inclinar la balanza a su favor. De hecho, antes de anunciar el nombre de la ganadora, el presidente Manfred Gaulhofer enumeró las virtudes de las aspirantes, y cuando llegó el turno de la capital guipuzcoana, confesó que el jurado se sintió "emocionado" gracias al compromiso de la candidatura por "superar" la "historia de violencia" de Euskadi a través de la cultura. El tribunal, además, entiende que la capitalidad "podría contribuir a que cesasen las actividades violentas en el País Vasco".
los nervios previos Una hora antes del inicio del acto, el auditorio iba abarrotándose. Los representantes donostiarras fueron tomando asiento rodeados de los de Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria y Segovia. En una bancada se colocaron José Luis Arrúe (PP), Eneko Goia (PNV), Ernesto Gasco (PSE), el alcalde Juan Karlos Izagirre y el concejal Jon Albizu (Bildu), y en otra los responsables del equipo técnico de la candidatura, Eva Salaberria, Santi Eraso y Ainara Martín, junto a Odón Elorza, que vestía camiseta blanca de la capitalidad, gorra y pañuelo azul. En dos ocasiones, antes del comienzo a las 17.00 horas, el exprimer edil charló con su sucesor y se dieron ánimos mutuamente.
Tras las presentaciones de rigor, la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde alabó el trabajo de las candidatas y animó a todas ellas a seguir trabajando para ser "ciudades culturales independientemente de si son elegidas o no". Prosiguió la representante de la Comisión Europea y después subió al estrado el presidente del jurado, que lucía una colorista pajarita y cuya intervención se hizo eterna, especialmente cuando fue glosando las virtudes de cada capital. "Qué guay, es como Eurovisión pero sin canciones. Me lo estoy pasando teta", decía una periodista cordobesa a la que se le heló la sonrisa en cuanto Gaulhofer pronunció el nombre de Donostia.
La emoción desbordada de los donostiarras presentes en la sala contrastaba con las caras largas de los miembros de las delegaciones de Burgos, Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria, Segovia y Zaragoza, cuyo alcalde, Juan Alberto Belloch, incluso tuvo un feo gesto de desaire con un integrante de la candidatura ganadora. Tratando inútilmente de alzar su voz sobre el estruendo de los triunfadores, el vicepresidente del jurado destacó la "soberbia propuesta" de un "equipo de excepcional competencia" dirigido por Odón Elorza. Alabó la "extraordinaria imaginación" de las presentaciones de Donostia y la "impecable" visita a Donostia en mayo. Y de nuevo elogió al exalcalde socialista como si quisiera subrayar que la totalidad del proyecto ha sido realizada por el anterior gobierno. Elorza no podía contener el llanto, igual que casi todos los miembros del equipo técnico y algunas personas que impulsaron y trabajaron duramente en la candidatura pero ya no ocupan puestos de responsabilidad, como Marisol Garmendia.
el 'speech' de izagirre "Arratsalde on, buenas tardes, good afternoon". Fue el saludo del alcalde de Bildu cuando subió al estrado para comenzar su speech. "Se abre un periodo de ilusión, un proceso de participación dinámica y activa en el que esperamos seguir sumando nuevas aportaciones y en el que se fortalecerá la participación ciudadana", afirmó Izagirre tras acordarse de las urbes finalistas. Después, añadió que la capitalidad servirá para trabajar "por un nuevo periodo de normalización política y pacífica que culminará con una Donostia abierta al mundo y receptiva a todas las culturas en un marco de respeto democrático a todas las personas y a todos los pueblos".
Prosiguió su discurso pronunciando unas breves palabras en euskera para recalcar la importancia de la lengua vasca. Después tradujo al castellano lo que había dicho y aseguró sentirse "ilusionado" por mostrar nuestro idioma "a Europa y al mundo". A su juicio, la capitalidad "es un fenómeno que suscita esperanza" y "un proyecto que ha unido a personas de ideologías diferentes". Así, citó la presencia de diversos representantes políticos e institucionales y mencionó expresamente a Odón Elorza y a todos y cada uno de los trabajadores de la Oficina 2016. "Tenemos mucho trabajo por delante y lo realizaremos perfectamente", concluyó.
Terminado el acto, arreciaron las lágrimas, los gritos de "oe-oe-oe", las olas de energía ciudadana y las felicitaciones telefónicas y por sms. Muchos vieron como un síntoma de normalidad democrática que un alcalde de Bildu pasara delante de una pareja de guardias civiles con tricornio que custodiaban el Ministerio o se fotografiara sonriente junto a la consejera vasca de Cultura, Blanca Urgell, y con González-Sinde, y que saludara después a otra ministra, la donostiarra Cristina Garmendia. Y no deja de ser un tanto curioso que una Donostia gobernada por una coalición independentista haya sido designada para representar culturalmente a España en 2016, pero los designios de los jurados suelen ser inescrutables.
elorza emocionado Muy emocionado y embargado por una sensación agridulce, el exalcalde Elorza afirmó que el jurado ha tenido "mucho valor" al elegir a Donostia, ya que "ha sabido abstraerse de todo tipo de condicionantes políticos" y de la "presión ambiental" para hacer "una valoración objetiva del proyecto cultural". "Estoy feliz por la ciudad y la ciudadanía, que apuesta por una paz digna, entre todos, plural, sin exclusiones, y que en estos momentos se está acordando de las víctimas del terrorismo", aseveró.
Además, dijo sentir "un gran amor por la ciudad", que "necesita elementos de ilusión y de esperanza para salir adelante", y opinó que la propuesta de Donostia "tiene una filosofía y un contenido que está por encima del interés de cualquier partido político". "Son tres años de recorrido y es una criatura colectiva. Vamos a saber, como ciudad y como país, representar a España. Este proyecto va a representar a España, a Europa, a Donostia y a Euskal Herria. Lo va a saber hacer, no se preocupen por ello", proclamó.
Santi Eraso aún mostraba su incredulidad por la victoria y agradecía la independencia de un tribunal que, a su juicio, ha juzgado el proyecto cultural, "que les ha parecido el mejor con mucha diferencia". "Parecía imposible pero lo hemos conseguido, así que hemos debido hacerlo estupendamente para resolver esta ecuación política", afirmaba, antes de desear que "las esencias" del proyecto no varíen demasiado, en referencia a los cambios que Bildu ha solido decir que el proyecto necesita.
vuelta a casa El equipo ganador abandonó las instalaciones del Ministerio en medio de una divertida bulla, animada con banderitas del 2016 y una versión libre y atropellada de la coreografía de Beyoncé para el vídeo Single ladys. Los vencedores partieron en autobús rumbo a Donostia donde llegaron de madrugada para hoy celebrar por todo lo alto su victoria junto a la ciudadanía en la terraza del Naútitco (19.30 horas). Por delante quedan cinco años de trabajo en el que el reto más importante no será solo dar forma al programa cultural, sino implicar a los sectores ciudadanos que, por un motivo u otro, se han mostrado impermeables y escépticos ante esta aventura.El nuevo gobierno de Bildu, que antes de las elecciones cuestionó el proyecto reiteradamente, también debe demostrar que cree en la capitalidad y explicar cómo ésta puede contribuir a la pacificación. Continuará…