"En los últimos meses resulta gratificante cada pieza que envía Almudena Ariza desde China para TVE. Al pie de sectores reprimidos, su cámara y ella son un incómodo testigo. China elude demandas de libertad, derechos laborales y mínimos sin lo cuales, en tiempos de mejores balances económicos, habría merecido censura o sanciones por parte de los países democráticos".