En esta décima edición del Azkena Rock Festival casi no hay tiempo para el descanso y tampoco todo es música. Tanto dentro como fuera de Mendizabala vienen sucediendo cosas casi a cada paso y desde primeras horas de la mañana. En el recinto hay también teatro y bodas al estilo Las Vegas. En el exterior, charlas en Artium y actuaciones en la Virgen Blanca, sin olvidar la exposición de Pep Bonet sobre Motörhead en la Sala Fundación Caja Vital. Ayer, en la segunda jornada del certamen, todos los escenarios, sonoros y no tanto, abrieron sus puertas.

A eso de las once y media de la mañana, la primera parada de la parroquia azkenera si ubicó en el museo de arte contemporáneo. El motivo era asistir y también participar en un debate sobre la filosofía del encuentro alavés, si es que ésta existe (algo que ninguno de los presentes puso en duda, todo lo contrario). Los periodistas Iñigo López Palacios y Eduardo Ranedo, el promotor Barnaby Harrod, y el forero Izkander Fernández tomaron la palabra en una reunión moderada por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Eso sí, no hubo barrera con el público que aunque reducido (la noche del rock es muy mala) estuvo muy participativo, interesado e interesante.

Varias fueron las conclusiones que se pudieron sacar siendo la primera que aunque el ARF tiene un público muy crítico es a la vez fiel y agradecido, exigente pero con ganas de disfrutar de su festival, de ese certamen que, más allá del gusto individual por una bando u otra, es su casa, una familia que ha ido construyendo su espíritu gracias tanto a los diferentes carteles que hasta ahora se han presentado como a la propia personalidad de la capital alavesa. Eso sí, quedó claro el convencimiento de que hay Azkena para rato y que lo mejor está todavía por venir.

A eso de la una y media, la atención se centró también en la Virgen Blanca bajo un calor que no hace muchos días las previsiones decían que iba a ser esquivo con Gasteiz. Rob Kingsley y compañía trajeron un poco de Elvis al centro de la ciudad, dejando muchos momentos de diversión, que era lo que se buscaba.