Las Palmas de Gran Canaria. El director canario Mateo Gil estrenará el 1 de julio en España su homenaje al western, Blackthorn" y en octubre en Estados Unidos, ante la "cálida acogida" que este trabajo ha tenido en este país tras su participación en el festival de Tribeca. El cineasta lo anunció en la conferencia de prensa de presentación de la película, una cinta que inauguró la pasada edición del XII Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria en lo que fue su estreno mundial y que supone un homenaje al western.
Mateo Gil, a quien acompañaron su productor, Andrés Santana, y el responsable de la distribución de su película en España, el también presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, Enrique González Macho, explicó que la idea de hacer un western siempre fue un sueño y precisó que su último trabajo, de cuyo reparto forman parte San Shepard y Eduardo Noriega, entre otros, pretende ser un "homenaje" a este género.
Consideró que producciones recientes, como Temple de Acero", de los hermanos Cohen, han contribuido a revitalizar el gusto por el western y han venido muy bien a Blackthorn. Sin Destino, de la que destacó la buena respuesta del público y de la crítica previa a su estreno comercial.
De su participación en la última edición del Tribeca International Film Festival, donde se presentó a concurso, Gil aseguró que acudió a este certamen con "mucho miedo", dado que el western es "una de las leyendas" de los Estados Unidos, por lo que temía que Sin Destino se viera como una "película extraña o muy europea". Sin embargo, el director canario aseguró que su trabajo recibió en este festival una acogida "mucho más entusiasta y cálida" que la que ha percibido hasta el momento en España, lo que relacionó con el respeto que se tiene en Estados Unidos a San Shepard, la nostalgia que sienten los americanos respecto del western y la gratitud que mostraron ante el rescate de un personaje como Butch Cassidy, al que da vida Shepard. Sin Destino es una ficción rodada en Bolivia y creada a partir de las "dudas históricas" que existen sobre la muerte en Colombia de este salteador de bancos, quien protagoniza su última aventura en un intento de regresar a casa tras permanecer veinte años escondido, explicó Mateo Gil. Sobre el trabajo con Shepard, el realizador de esta producción, cuyo presupuesto ha sido de cinco millones de euros, dijo que además de "un tipazo", es un auténtico "cowboy" que vive en un rancho y es un enamorado de los caballos, de ahí que cuando más disfrutara en el rodaje de la película fuera cuando tenía que montar en uno. De la participación en el reparto de Eduardo Noriega, que encarna a un ladrón, explicó que estaba definida casi desde el guión porque es un actor con la capacidad de parecer inocente y también de dar un perfil más oscuro que hace desconfiar de él, lo que venía muy bien para su papel.