Vitoria. Cuando en Las Vegas el tiempo para las apuestas se termina, el croupier grita: no va más. La llamada Capital Mundial del Entretenimiento tiene mucho que ver este año con un Azkena Rock Festival que también tiene ya todo sobre la mesa de juego. La cuenta atrás está a punto de terminar y el décimo aniversario del macroencuentro gasteiztarra se prepara para vivir tres días de locura. Eso sí, como en todo cumpleaños que se precie, el público y el certamen no van a esperar para abrir los primeros regalos. Uno de ellos se destapó ayer por la noche en el Conservatorio Jesús Guridi, con los alumnos del centro llevando los clásicos del género a otra dimensión. Y hoy, el que ofrecerá su particular presente de soul, blues y gospel será Mike Farris.

Hace ya unos cuantos meses a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA se le ocurrió la idea de unir al ARF con otro de los grandes referentes de la capital alavesa, la Catedral Santa María. Y ese envite fue recogido por la organización del certamen, la promotora Last Tour International, quien subió todavía más la apuesta al llamar a la puerta del ex de Screamin' Cheetah Wheelies.

En realidad, su elección no puede ser más acertada. Con su anterior grupo ofreció uno de los mejores conciertos de estas diez ediciones allá por 2004. Y fue aquí, como él mismo ha reconocido, donde empezó a ver que la vida que llevaba (digamos, por ser finos, que un tanto licenciosa) tenía que cambiar. Limpio de todo pero no de su calidad musical y reencontrado con Dios, según sus propias palabras, regresó en 2009 para llevar al séptimo cielo tanto a Mendizabala como a la Virgen Blanca acompañado por The Roseland Rhythm Revue. Ahora se espera, como agua de mayo, la salida al mercado de su próximo disco.

Pero su actualidad más inmediata pasa por pisar a partir de las 21.30 horas el suelo del templo gótico, el mismo que este lunes alcanzó el visitante un millón a sus obras de recuperación. La Catedral no es nueva en esto de rodearse de músicos. Su Abierto por Concierto ya tiene experiencia. Aunque la cita de esta noche va a ser especial por muchas cosas, entre otras, porque lo más seguro es que no haya mejor propuesta que la de Farris para un espacio como éste.

Unas 200 personas asistirán a una actuación que, además, será grabada por las cámaras de ETB. Lo que va a pasar es, en estos momentos, una gran incógnita puesto que no se han desvelado muchos detalles, aunque cualquiera que haya visto a Farris en concierto, incluso cuando se sube sólo al escenario con un micro y una guitarra, sabe que todo es posible.

Ni que decir tiene que, como va a suceder en Mendizabala desde mañana con muchas otras citas, el recital es una fecha exclusiva del músico en el Estado, un lujo teniendo en cuenta de quién se trata. Y es que Farris se ha ganado un nombre entre los grandes a un lado y otro del Atlántico. De hecho, el intérprete ha conseguido, a pesar de los cambios personales y profesionales, arrastrar a su nueva senda soul, blues y gospel a muchos de sus antiguos seguidores incorporando a muchos nuevos. Eso sí, a nadie se le escapa que son miles los que sueñan con una reunificación futura de Screamin' Cheetah Wheelies. Tal vez algún día. Tal vez en el Azkena Rock Festival.

De momento habrá que esperar, entre otras cosas porque el propio Farris, que sigue reivindicando la vigencia de los éxitos conseguidos con su anterior banda, tiene claro que junto a ella también se encuentra su descenso a los infiernos del alcohol y las drogas, un mundo del que le costó lo suyo salir.

Eso sí, el de Farris no va a ser el único regalo que abra antes de tiempo el Azkena Rock Festival para su décimo cumpleaños. Un poco antes de la cita en Santa María, la Sala Fundación Caja Vital asistirá al estreno mundial de la nueva exposición del fotógrafo Pep Bonet, una mirada desde dentro a los componentes de Motörhead.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 21 de agosto, es un recorrido, a través de 90 instantáneas, de varias giras por Latinoamérica y Europa producidas en los últimos años, así como por la grabación de su último disco. Bajo el título de Röadkill: Motörhead, by Pep Bonet, este trabajo capta cada detalle de una banda mítica para una multitud.