vitoria. Cuando cae un telón, toca el momento del aplauso, así que, a pesar de la tristeza que convoca la clausura de cualquier local, lo primero que emerge es el reconocimiento a varios años de trabajo, los que la galería Felisa Navarro ha acumulado hasta el punto final al que la coyuntura le ha llevado.

En total nueve años de trabajo de la galerista gasteiztarra al frente del pequeño pero bien rentabilizado -espacialmente- recodo del número 2 de la calle Cercas Bajas. Más de setenta exposiciones -individuales y colectivas- con hasta sesenta artistas, la gran mayoría creadores afincados e inspirados en y por el territorio vasco, cultivadores de los más variopintos géneros. A ello sumarle la presencia en tres ferias celebradas en Madrid.

Felisa Navarro ha apostado casi siempre por lo contemporáneo como código genético, en un camino que ha resultado al final inescrutable, en un camino en el que quiere agradecer la labor del entorno "y de todas aquellas personas que, aunque sea tangencialmente, han formado parte de él". No hay mucho que reflexionar. Otro cierre en un panorama laboral del que no se salva ningún gremio. Y el aplauso a casi una década de pasión.