madrid. El escritor Mario Vargas Llosa llegó a la Feria del Libro de Madrid y triunfó. Hubo colas infinitas y gente que finalmente se quedó sin la firma del Nobel, porque a las 14.00 horas se cerraba la jaima en la que el autor de El sueño del celta se encontraba con sus lectores. Y es que el escritor peruano goza de una legión de seguidores, que le tratan como si fuera una leyenda o una estrella de rock. Hasta que ha llegado a la citada jaima instalada a mitad del paseo de coches del Retiro, la gente le ha ido parando para saludarle y hacerse con él una foto. Foto: efe
- Multimedia
- Servicios
- Participación