Bilbao. Aunque su corazón es blaugrana, el estadio de San Mamés se rendirá hoy ante las canciones y las voluptuosos movimientos del ciclón Shakira, que actuará a partir de las 22.00 horas en el campo de fútbol de la capital vizcaína. Antes lo harán Ragdog, un cuarteto popero que hará el papel de telonero. La Catedral acogerá el segundo concierto vizcaíno de la cantante de Barranquilla en medio año, tras arrollar en noviembre en su parada en el BEC de Barakaldo también dentro de su actual gira con el disco Sale el sol. En este caso, eso sí, el público potencial es de 40.000 personas (las entradas están a la venta por entre 45, 50 y 65 euros).
Eso sí, tanto los propios habitantes de la ciudad como aquellos que acudan desde fuera de Bilbao deben saber que la actuación obligará a cerrar a la circulación el tramo de Alameda Urquijo comprendido entre Avenida Sabino Arana y la calle Rafael Moreno Pitxitxi, además de provocar otras afecciones, por lo que el Ayuntamiento de Bilbao recomienda hacer uso del transporte público para acudir al evento.
Entre las nueve y media de la mañana de hoy y la una de la madrugada del domingo, se restringirá el tráfico rodado en todo el perímetro de seguridad alrededor del estadio de San Mamés.
También Metro Bilbao ofrecerá un servicio especial para el concierto con el objetivo de reforzar el número de trenes tras la finalización de la actuación, incrementando su frecuencia durante aproximadamente una hora, mientras que el resto de la noche el metro circulará con la frecuencia habitual de los sábados.
Además, Metro Bilbao, que establecerá un dispositivo especial de información y seguridad, recomendó ayer a quienes utilicen este servicio, que adquieran un billete de ida y vuelta para evitar colas en las máquinas expendedoras y que sigan las instrucciones del personal de estación.
Mucha gente se quedó del BEC en su último concierto y que Shakira logró colgar el cartel de no hay entradas en su paso por Barakaldo. Y como "cuando menos te lo esperas, sale el sol', varios miles de personas más podrán estrenarse o volver a disfrutar de las evoluciones de su diva en vivo gracias a la cita de hoy en el estadio de San Mamés, en el marco de la segunda parte de la gira mundial que inició el año pasado y que está recalando en distintos continentes.
Bilbao, que cierra su gira estatal de cinco conciertos celebrados en ciudades como Barcelona y Madrid, volverá a saltar con el exitoso repertorio de una artista que inició su carrera hace 15 años y cuyo éxito no ha ido sino incrementándose en los últimos años, cuando su pop mayoritario y comercial (aunque en los inicios era más latino) se ha ido abriendo a influencias diversas, desde el rap a la electrónica, y a idiomas como el inglés, lo que ha facilitado su introducción en los mercados anglosajones.
Ella sólo pide unas rosas amarillas en el camerino como capricho. Es lo único que tendrá antes de saltar a un escenario de 36 metros de anchura por 18 de fondo y otros tantos de altura, sin olvidar la pasarela que le acercará al público (por cierto, una decena de personas, tras el casting realizado hace unos días, subirán a las tablas para bailar el Waka Waka). La colombiana, además, estará arropada por 250.000 watios de sonido.
Con este concierto en la capital vizcaína, la cantante se despedirá del Estado hasta su próxima gira, aunque para eso todavía habrá que esperar un tiempo.