Vitoria. Hace ya unos siete meses el Gobierno Vasco hizo públicas sus intenciones de responder a las reflexiones del mundo del arte contemporáneo vasco y dar una vuelta a su actual política de apoyo al sector. Así, aún manteniendo el sistema de becas y ayudas, se creaba una especie de gran buzón de proyectos bautizado como Eremuak (que lleva ya medio año funcionando) y, como consecuencia, se cambiaba la filosofía y funcionamiento de los veteranos premios Gure Artea. De esta manera, los galardones dejaban de servir como trampolín bianual para artistas emergentes en busca de promoción e impulso a sus propuestas creativas para convertirse en un reconocimiento anual desde lo público a un creador de larga trayectoria, a otro especialmente activo, y, por último, a una persona que, sin ser creador, realice una actividad destacada en este campo.

Pues bien, en los últimos diez días de junio (con toda probabilidad en Donostia), se hará entrega de los nuevos Gure Artea, unos premios dotados con 25.000 euros cada uno que, desde ayer, ya tienen nombre y apellidos, según desvelaron el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera, y el presidente del jurado, Fernando Golvano (quien ha estado acompañado en esta función por Nekane Aramburu, Haizea Barcenilla, Edu López y Daniel Castillejo).

Así, en la categoría establecida para reconocer la trayectoria artística de una personalidad destacada, el galardón ha recaído en la figura de Agustín Ibarrola, de quien el jurado ha destacado su carácter de innovador y pionero desde su participación en el nacimiento de Equipo 57 hasta su labor en el campo de las intervenciones en el espacio público (con especial mención a su trabajo en el bosque de Oma). Así las cosas, del creador de Basauri nacido en 1930 también se pone en valor su lado pedagógico desde la Escuela de Deba y la Facultad de Bellas Artes del País Vasco.

En lo que se refiere al apartado que premia la actividad creativa de un artista, Maider López ha sido la persona designada en esta nueva etapa de los Gure Artea. La creadora donostiarra es, para el jurado, una artista emergente a destacar dentro y fuera de las fronteras de Euskadi que está sabiendo producir experiencias estéticas inéditas. Sus proyectos dentro de lo cotidiano y su capacidad para romper fronteras entre las disciplinas son otros de los aspectos que le han hecho destacar frente a otros nombres.

Por último, dentro del reconocimiento a aquellos agentes que trabajan en el ámbito de las artes, Santi Eraso ha sido el elegido. En el caso del tolosarra, el jurado ha querido subrayar sobre todo su gestión hasta 2006 del centro cultural Arteleku, donde introdujo formas de hacer y pensar novedosas que luego se han llevado a otros espacios.

Este trío de nombres se ha elegido entre las diferentes "y razonadas" propuestas que cada uno de los miembros del jurado realizó en su momento y que se han ido discutiendo hasta llegar al punto de consenso que se hizo público ayer en la sede del Gobierno Vasco en Gasteiz.

En lo que respecta a Eremuak, según explicó ayer Rivera, su puesta en marcha está siendo bastante positiva ya que a la primera y única convocatoria que se ha realizado se presentaron 300 propuestas de las que diez fueron las seleccionadas por el comité de expertos formado para el desarrollo del programa. De todas formas, la intención es que este buzón esté abierto de manera permanente, es decir, que cualquiera pueda dirigirse cuando considere a él para solicitar la ayuda que precise, sin que este apoyo tenga que ir destinado, como muchas veces se suele entender, a producir una exposición.

Aún así, aunque no todo tiene que terminar en una muestra, Lakua espera que a lo largo del mes que está a punto de comenzar se pueda hacer una valoración más pormenorizada y que a finales de año, la sociedad pueda tener entre las manos, por así decirlo, unos resultados tangibles. "De todas formas, estamos hablando de un laboratorio que está dando sus primeros pasos, así que no debemos apresurarnos a la hora de analizar Eremuak", señaló el viceconsejero.