Vitoria. Fue con la publicación de Obabakoak (1989) cuando la ya de por sí cimentada carrera de Bernardo Atxaga dio la definitiva vuelta de tuerca, ese plus que lleva a los escritores hasta otros ritmos editoriales y vitales. Casi al alimón, el director navarro Montxo Armendáriz vivía también su propio trampolín creativo con Las cartas de Alou (1990), sin intuir siquiera ambos que sus trayectorias se cruzarían más adelante. Fue en el año 2005, cuando Armendáriz firmaba su versión en imágenes de una de las narraciones más especiales de las últimas décadas en Obaba, un cruce de caminos que mañana vuelve a confluir en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa con el ciclo Cine Club Literatura, a las 18.00 horas.
Tras la habitual proyección de este ciclo, que vincula obras literarias con sus correspondientes traslaciones al noveno arte, la presencia del propio Atxaga en el coloquio abierto es uno de los alicientes de la velada, que partirá a las 18.00 horas. El Premio Euskadi, el Premio de la Crítica, el Premio Nacional de Narrativa... Son sólo algunas de las distinciones que obtuvo el mágico universo propuesto por Atxaga y trasladado al celuloide por Armendáriz, con Juan Diego Botto, Bárbara Lennie, Eduard Fernández, Mercedes Sampietro y Pilar López de Ayala ocupando los papeles principales.
Como de costumbre, las elecciones audiovisuales y narrativas del director de la adaptación y su comparación con lo imaginado por los lectores acapararán a buen seguro buena parte de la velada, tocando ese inmaterial recodo de la creación que corresponde únicamente a cada uno de los que recorren las líneas de un autor. Bernardo Atxaga, reciente aún la edición de Xola eta Ameriketako izeba -junto al ilustrador Mikel Valverde-, estará presente para dialogar con el público asistente acerca de estos entresijos. De Obabakoak y sus afluentes.