Madrid. La actriz Penélope Cruz, que promocionó ayer en Madrid la cuarta parte de la saga de Piratas del Caribe, En mareas misteriosas, aseguró que le gustaría volver a trabajar con su marido, Javier Bardem, con el que coincidió en Jamón, Jamón, de Bigas Luna. "¿Por qué no? -dijo-, si encontramos el proyecto adecuado, pero eso se irá viendo. Con quien me gustaría volver a trabajar es con Pedro (Almodóvar), (Alejandro) Amenábar, con Bigas (Luna) y hacerlo con otros con quienes no he trabajado en mi país, como Julio Medem: me queda mucho por hacer y mucho por aprender".

La película, que se estrena mañana en todo el Estado con 870 copias, es "de aventuras y está rodada en 3D, un matrimonio perfecto" en opinión del director y coreógrafo Rob Marshall, responsable entre otros de los musicales Chicago (2002) o más recientemente Nine, (2009). "El rodaje fue maravilloso, estuvimos seis meses viajando por todo el mundo, fuimos a rodar a Hawai, a Puerto Rico, a una isla llamada Palominillo, y luego en Londres", comentó Cruz. En aquella ciudad, "en el estudio más grande del mundo, construyeron la Fuente de la Juventud. Era bastante espectacular pensar que esa era la oficina en la que íbamos a pasar el resto del día", explicó la actriz.

Para Cruz, cuya principal dificultad no fue su embarazo sino que no sabía usar la espada, fue fundamental la ayuda de sus compañeros, incluso antes del rodaje. "Estuve dos meses trabajando con el equipo que hizo las otras películas de Piratas y me enseñaron mucho. Luego, en el rodaje, hicimos lo que era seguro; para el resto tenía a una doble maravillosa que me ayudó muchísimo", su hermana Mónica.

La actriz de Alcobendas se convierte en En mareas misteriosas en Angélica, una enigmática mujer que tanto podría ser el verdadero amor de Jack Sparrow como una impostora que le utiliza para conseguir sus planes, una mujer pirata que, de tanto en tanto, habla con acento andaluz. "En el guion se decía que Sparrow me había conocido en un convento de Sevilla; el acento fue mi aportación al personaje", explicó la actriz. Cruz contó que venía de "hacer muchos dramas" y aceptó el trabajo sin leer el guion: "Luego resultó ser un personaje con muchas posibilidades, lleno de contradicciones y lo he disfrutado muchísimo, esta película ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida". Eso sin hablar del ausente Johnny Depp, con el que a veces le costaba no reírse: "Es muy inteligente, carismático, muy buen actor y, sobre todo, muy buena persona. Además tenemos el mismo sentido del humor, un poco absurdo, raro". La película, más en la línea de la primera de la saga, continúa la historia donde se quedó la tercera -En el fin del mundo-, con la intriga del mapa desaparecido que lleva a la Fuente de la Juventud. Todo se complica cuando el pirata Sparrow se cruza con Angélica y acaba enrolado en La venganza de la Reina Ana, el barco del terrible Barbanegra (Ian McShane), aliado, además, con su peor enemigo, Héctor Barbosa (Geoffrey Rush).