Vitoria. Poco ha durado la armonía en el Consejo Asesor de las Artes Musicales. La herramienta que en su día surgiera por impulso de la exdiputada de Cultura Lorena López de Lacalle, que apostó por una hermana gemela musical del modelo artístico de Asamblea Amarika, vivió ayer su primera baja. Uno de los seis agentes que componen -componían- su organigrama de seis voces, el contratenor Carlos Mena, anunciaba ayer su dimisión como asesor "dada la falta de acuerdo entre los criterios de trabajo que presentamos hace unos meses y las decisiones tomadas por parte de los responsables de Cultura de la Diputación alavesa, la diputada Malentxo Arruabarrena y el director Román Berriozábal".
La iniciativa, nacida hace menos de un año -junio de 2010- en el ente foral con objetivos como reorganizar las política de actuación, impulsar nuevas iniciativas en todo el territorio, gestionar junto al sector lo ya existente sin incrementos presupuestarios y favorecer a los creadores e intérpretes noveles y locales, ofrece un primer síntoma de falta de sintonía con la salida de Mena, que muestra sus dudas sobre el compromiso foral. En su opinión, los criterios con los que nació el Consejo Asesor de las Artes Musicales "fueron valorados positivamente y aceptados como bases de trabajo por ambos gestores (Arruabarrena y Berriozábal), pero sus decisiones posteriores han sido en contra de la mayoría de ellos".
Para Mena, son "criterios que no se están cumpliendo, como dotar a la programación de un cuerpo común, lógico y coherente entre los distintos tipos de actividades musicales, optimización de los presupuestos de los espectáculos, atender y aprovechar la valía profesional de los intérpretes alaveses o residentes en Álava, delinear una linea artística profesional de programación que conlleve una compensación entre repertorios y orgánicos musicales, trabajar en la adaptación de los escenarios a los repertorios que se quieran programar o creación de producción propia de los festivales, entre otros".
Mena denuncia que se han comprometido actividades sin contar con el asesoramiento del Consejo o que no se ha proporcionado la suficiente información. "Lamento que estos seis meses de esfuerzos y trabajo no hayan servido para ayudar a conseguir una actividad musical de calidad. En todo caso, y en la medida de mis posibilidades, intentaré estar accesible para ayudar en lo que pueda para que Álava cuente con una actividad musical que enriquezca a nuestra sociedad".
Consultados otros integrantes del Consejo, éstos no se pronuncian, aunque la dimisión de Mena no parece ser un buen síntoma para el desarrollo de esta pequeña célula de apoyo a la música en Álava.