RIO DE JANEIRO. La afluencia de jóvenes registrada en los cuatro centros comerciales cariocas habilitados para la venta llevaron a la organización a anunciar hoy que, a partir de mañana, la taquilla se concentraría exclusivamente en el estadio Joao Havelange, llamado el "Engenhao", pero horas después se agotaron las entradas.
"La velocidad de las ventas fue una sorpresa para nosotros", declaró esta noche en un comunicado la vicepresidenta del Rock in Rio, Roberta Medina.
La fiebre por el festival de música supuso que el domingo pasado, cuarenta horas después de que se iniciase la venta por internet, se agotasen las 90.000 localidades que se iban a vender por esta vía, y hoy se vendió la totalidad del aforo para los seis días del espectáculo, que se celebrará entre septiembre y octubre próximos.
"Los fans pueden esperar porque en el 2013 habrá una nueva edición del festival aquí", agregó Medina en el comunicado.
El furor que existe en la ciudad por el Rock in Rio se apreciaba hoy en las largas filas registradas en los puntos de venta donde miles de personas esperaban pacientemente el turno para adquirir ingresos.
"Estoy aquí desde las dos de la mañana, pero creo que hay gente que llegó anoche", dijo a Efe Mateus Guimaraes, un estudiante que hacía fila frente al centro comercial Rio Sul, en el barrio de Botafogo, para conseguir una entrada para el concierto de Metallica y Motorhead, previsto para el 25 de septiembre.
Guimaraes se quejó de los fallos de la organización en la venta de entradas y añadió que no sabía si finalmente conseguiría una.
Los primeros boletos agotados hoy fueron los de la primera noche del festival, cuyo cartel forman la brasileña Claudia Leitte, el británico Elton John, la estadounidense Kate Perry y la diva del pop Rihanna.
Luego se agotaron los de la siguiente noche que tendrá el atractivo de asistir en directo a las actuaciones de Red Hot Chili Peppers, Snow Patrol y Capital Inicial, quienes estarán acompañados por el brasileño Milton Nascimento y la cantante de jazz Esperanza Spalding.
Charles da Silva Chaves, otro joven que esperaba conseguir una localidad, contó a Efe que aguardaba en la fila desde la seis de la mañana, tres horas después de que llegasen sus amigos.
Guitarra en mano para amenizar el paso de las horas, Chaves señaló que su deseo es asistir al concierto de Metallica y criticó que el festival haya perdido el espíritu rockero con el que nació.
El aspecto que presentaba hoy la entrada del centro comercial en el que aguardaban estos jóvenes era similar al de una gran acampada, con restos de basura acumulada en el suelo después de horas de espera.
Entre tanto, otros aprovechaban para conciliar el sueño en mitad de la muchedumbre frente a aquellos que optaban por cantar, leer y pasar el rato con juegos de mesa.
Con el fin de acompañar a los adolescentes, los padres también esperan con ellos hasta conseguir las entradas.
"Soy de Ecuador y estoy en la fila con mis hijas desde las seis de la mañana", dijo a Efe una mujer llamada Samia que mientras esperaba por una entrada para el concierto de Maná, fijado para el 1 de octubre, se entretenía con la lectura.
El Rock in Rio, que después de diez años volverá a la ciudad donde nació, se celebrará los fines de semana del 23 al 25 de septiembre y del 30 de ese mes al 2 de octubre.