madrid. A los de Vetusta Morla nos les va producir discos en cadena como embutidos manufacturados a toda prisa. Por eso se han tomado con paciencia la salida al mercado de su segundo y esperado álbum, Mapas, una cartografía de los caminos por los que discurre su vida hoy por hoy. "Un día en el mundo era una fotografía de la banda en ese momento, en el que no se sabía lo que iba a ocurrir. Mapas es un reflejo de lo que nos está pasando", han contado en una entrevista con Efe los miembros de esta banda madrileña.
El guitarrista Guillermo Galván afirma que, mientras que con su anterior álbum tenían la presión de compatibilizar los ensayos y la grabación con sus trabajos y decidir si dedicarse "a una cosa o a otra", la elaboración de Mapas la han vivido como "un privilegio". "Ahora forma parte de la opinión pública y es susceptible de ser alabado u odiado. Nosotros estamos en paz", añade.
Pese al éxito, Vetusta Morla ha decidido volver a autoeditarse y permanecer en su pequeño sello discográfico, siendo sus seis miembros, amigos de la infancia los que deciden.