madrid. Conseguir un ejemplar de una colección descatalogada, hacerse con un póster original y casi único o disfrutar de la feria madrileña dedicada al cómic japonés sin aglomeraciones son algunas de las motivaciones que han llevado a los otaku más madrugadores a acercarse a la inauguración de Expomanga.
En esta primera jornada, los pasillos del Pabellón de Cristal de la Casa de Campo parecíann aún despejados, una sensación que irá cambiando a lo largo del fin de semana, cuando se espera que unos 30.000 aficionados al cómic visiten el salón, que celebra en 2011 su edición número diez, una muestra de que el manga se ha consolidado en España.
El subdirector del salón, Adrián Santamaría, ha explicado que, "aunque pueda parecer cosa de gente joven, el manga es un movimiento de masas que interesa a todo el mundo. La gente que está enganchada sigue creciendo con él". Como viene siendo tradición, Expomanga reserva un espacio muy especial a los autores españoles.