madrid. El escritor francés Emmanuel Carrère presentó ayer en Barcelona su libro De vidas ajenas (Anagrama), en el que rompe tabúes sobre la enfermedad y la muerte a partir de dos historias: el fallecimiento de su cuñada a causa del cáncer y el de una niña de 5 años en el tsunami de Sri Lanka de 2004. Carrère explicó que su último trabajo es un ejemplo de novela de no ficción, ya que vivió ambos casos con cierta cercanía y ha intentado que todos los hechos que se narran fueran verídicos.
En 2004 el escritor estaba de vacaciones con su esposa en Sri Lanka cuando tuvo lugar el tsunami, por lo que conocieron y ayudaron a una pareja de franceses cuya hija había desaparecido a causa de la ola gigante. En ese momento, un miembro de la familia le sugirió relatar esa historia pero le pareció "obsceno y fuera de lugar". Años más tarde, la hermana de su mujer, Juliette, falleció de un cáncer, lo que le permitió conocer a Etienne, un juez amigo de su cuñada con el que pasó muchas horas conversando. "Etiénne había compartido tanto la profesión como la enfermedad y me habló de su amistad, de su experiencia común, de su intimidad, de su trabajo como juez y de las injusticias contra las que luchaba", dijo. Carrère decidió escribir un libro para relatar esas experiencias y describir "algunas de las cosas más difíciles que pueden pasar en la vida". El escritor señaló que pese a que aborda temas muy dolorosos, no es un libro siniestro, porque también habla de "los posibles vínculos entre las personas, del valor, el coraje y la vitalidad". Según el editor de Anagrama, Jorge Herralde, el libro es un emocionante relato de la relación entre Juliette y Etienne, dos jueces a los que ha definido como "santos laicos" que siempre lucharon a favor de los damnificados de una sociedad injusta.