madrid. La poetisa cubana Fina García Marruz (La Habana, 1923) ganó ayer la XX edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, un galardón que constituye también un homenaje al grupo Orígenes, vertebrado por Lezama Lima, Eliseo Diego o Gastón Vaquero.

Fina García Marruz, "la gran poeta secreta", como también la calificó Luis Antonio de Villena, miembro del jurado que falló ayer este galardón, es una de las voces más representativas de la poesía cubana, perteneciente a este grupo que revolucionó y modernizó la isla desde los años 40. "Me he quedado sin palabras. No sé cómo agradecer este reconocimiento, que es también un reconocimiento a Orígenes", comentó la poeta cubana, en conversación telefónica, tras saber que había sido premiada con este prestigioso galardón, justo el día que cumple 88 años.

García Marruz recordó su vinculación con España y en particular con Juan Ramón Jiménez y su esposa, Zenobia Camprubí, a quienes conoció en La Habana en 1936. "A ellos les debo haberme casado con quien me casé, se lo debo todo a Juan Ramón y a Zenobia", recordó la poeta.

"El grupo Orígenes sería el equivalente en influencia e importancia a la Generación del 27 en España", precisó el poeta Francisco Brines, ganador de la pasada edición del premio, miembro del jurado y uno de los grandes defensores de la candidatura de la cubana Fina García Murroz. Y es que el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, uno de los galardones más importantes y prestigiosos de este género, dotado con 42.100 euros y que convocan conjuntamente Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, sigue, como el Premio Cervantes, una ley no escrita por la que un año se premia a un escritor de España y al siguiente a uno del resto de Iberoamérica.