VITORIA. El calendario no se detiene y para muchos, en este caso, eso es una fortuna. Y no es un decir. Todo hace indicar que la décima edición del Azkena Rock Festival va a romper cualquier récord pasado en lo que a asistencia se refiere. Es más, todavía no se ha cerrado el cartel que se desplegará en Mendizabala y aunque ya no quedan muchos nombres por desvelar, puede que alguno de los últimos grupos revolucione incluso un poco más al gran público, a ese que, por suerte o por desgracia, se mueve más por lo que algunos llaman relevancia mediática que por consideraciones más musicales. Además, cuando pasen estos días festivos se hará público, con toda probabilidad, el amplio programa de actividades paralelas que se va a desplegar, y no sólo entre el 23 y el 25 de junio, por distintos puntos de la capital alavesa. Así, entre la inquietud por lo que queda por saber y emoción por lo que ya se conoce, son legión los que van a vivir estos dos meses de cuenta atrás con cierto nerviosismo. Sólo quedan 60 días y descontando...
La importancia de este certamen (de carácter medio si se mira, sobre todo, sus posibilidades presupuestarias) va más allá no ya de lo que parecía cuando nació, sino de lo que incluso algunos (muy poquitos) siguen pensando hoy. La línea de especialización adoptada desde el inicio y el ambiente tan peculiar que se genera en Mendizabala un año tras otro han hecho que el evento organizado por Last Tour International cruce fronteras, que miles de personas se lancen a comprar sus abonos sin ni siquiera saber ni la primera banda, que varios grupos extranjeros puedan realizar giras por el Estado tras darse a conocer en Gasteiz, que los hoteles de la ciudad hagan su agosto cada vez que se produce la cita (hoy mismo encontrar una reserva en la ciudad para esas jornadas es imposible), que... Bueno, en realidad, se podría realizar una larga lista de razones que hacen del ARF, cuyo medio oficial es DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, un macroencuentro diferente y mucho más importante de lo que sus dineros pudieran indicar, aunque tal vez lo mejor sería empezar a contar el número de ciudades que en estos años han hecho ofertas para llevarse el formato y la marca a sus respectivas casas.
De todas formas, hay otro detalle que pone de relieve la relevancia que Gasteiz y el certamen han llegado a alcanzar. A lo largo del pasado invierno y esta primavera, más de una decena de ciudades de la península se encuentran celebrando fiestas con motivo del décimo aniversario dentro de la iniciativa denominada Party Tour, en la que los responsables del festival han ayudado a aquellas salas y locales del país que están organizando motu proprio conciertos en homenaje a la capital alavesa y su cita anual con el mejor rock.
Diez ediciones dan para mucho y ya habrá tiempo de recordar con detenimiento las ya pasadas, pero ahora es el momento de centrarse en la que en este 2011 convertirá a Vitoria en la capital del rock, un lugar donde habrá muchos ojos y oídos puestos, entre otras cosas porque un buen número de combos acuden en exclusiva estatal (Ozzy Osbourne, Queens of the Stone Age, The Cult, Black Country Communion, Primus, Gregg Allman, Brian Setzer...) y, además, sólo hay un grupo que repetirá en Mendizabala, algo lógico puesto que los de Josh Homme fueron elegidos hace unos meses por los internautas como los que ofrecieron el mejor concierto de estos diez ARF.
Alicientes de sobra Más allá de exclusividades, de actos paralelos, de las sorpresas que quedan por llegar, de algunos grandísimos nombres que iban a estar en este décimo aniversario pero que se han quedado en el camino porque a veces la salud no respeta ni siquiera a las estrellas. Con el cartel tal y como está configurado ahora, se cuentan por miles los pases vendidos y las alabanzas recibidas a través de las redes sociales.
El jueves 23 es, por lo que parece, es el que más encarrilada tiene su oferta. Además, da la impresión de que, más allá de los que acudan a Mendizabala con los abonos para los tres días, va a ser una jornada con un muchas entradas específicas y con un perfil de público determinado. De hecho, puede ser la inauguración más numerosa y con más calidad de estas diez ediciones, y eso que superar lo del año pasado parecía complicado. ¿La razón? Pues que a Osbourne le van a acompañar Rob Zombie (su incorporación al ARF es la que más comentarios ha levantado dado que si bien puede que no case del todo con la filosofía del certamen, nadie discute el acierto de su fichaje), The Cult y Kyuss Lives!, sin olvidar al supergrupo Black Country Communion (es decir, Joe Bonamassa, Jason Bonham, Glenn Hughes y Derek Sherinian).
Al que todavía es seguro que le faltan algunos mimbres es al viernes 24, aunque es complicado que cualquier anuncio pueda superar a Cheap Trick, Primus (con toda seguridad los que más odios y pasiones concitan antes de su visita) y, por supuesto, los de Homme. Han pasado ya lo suyo desde su visita en 2005 y lo que Queens of the Stone Age ha crecido en popularidad desde entonces no está en los escritos. Eso sí, como siempre, el público estará muy atento a todo el cartel puesto que ya se sabe que en Mendizabala se producen muchas sorpresas. La de este segundo día puede ser (atención con estos chicos) Rival Sons.
La traca final llegará en un sábado 25 que está pendiente de cerrarse y que puede crecer todavía más en su impacto entre el gran público. Todo se andará. Eso sí, parece complicado superar una parte alta en la que figuran por derecho propio Brian Setzer y Gregg Allman (será la primera visita en 40 años del fundador de The Allman Brothers). Y más allá de Danzig, Bright Eyes y otros alicientes, aquellos que quieran seguir atentos a esa competición de sorpresas deberán estar, como mínimo, con un ojo puesto en The Whybirds.