Vitoria. En un mural, mientras la asamblea avanza, se van recogiendo sus frases, sus conceptos, sus aforismos. La sala Jimmy Jazz se estrena como sede de la Superasamblea en su segunda convocatoria, que ha escogido el BAI Center como tema. Y, como hay que darle vueltas, las sillas se disponen en círculo.

Desvelaremos el final. Para comenzar a desentrañarlo. El 'NO' al BAI Center sonó unánime, por muchas razones. La principal de ellas es que, incluso lleno de ladrillos, se augura su vacío de contenido. Porque -se dijo pronto, se repitió varias veces- huele a faraónico por los cuatro costados, a uno de esos proyectos con los que "el alcalde quiere marcharse dejando su firma". Foronda, plaza de toros multiusos, Arasur... Huele a lo mismo. Alguien plantea que se le sugiera a Lazcoz "una escultura ecuestre, que son más baratas".

Congresos, música clásica y artes escénicas. Eso contendrá/contendría el BAI. Alguien -aquí no hay firmas- apunta que Gasteiz fue pionera en el apartado congresual en los años 80, pero ahora este "es un sector en franco retroceso, por lo tanto un fraude". ¿Y quién va a acercarse hasta la capital alavesa teniendo Bilbao aeropuerto eficaz, infraestructura hotelera y el poderoso Euskalduna? Los congresos de mil participantes son apenas "un par al año". Para los pequeños, el Europa sobra.

Cultura. Para empezar, "no hay política cultural vasca". Apaga y vámonos. Si enfilamos telón, "tenemos más teatros que ninguna ciudad y están todos vacíos". El nuevo de Ibaiondo "es más grande que el Principal, pero no hay dinero para la infraestructura técnica y encima sólo con trescientas butacas". "Es que lo que no hay es público, ni lo tenemos ni a veces lo somos". "Si falta arte no será por espacios".

El mural no da abasto. El dinero también sale a colación. El dinero que manda en la sombra, porque "deciden los del ladrillo, el hormigón, las carreteras y las luces". El dinero que esos de siempre se llevarán, porque ya se ha gastado un puñado de millones y se ha presupuestado en 180, "o sea que serán 250". "Mira las piscinas que han costado un 80% más y nadie dimite". El dinero que hipotecará el gasto, no sólo cultural, en una época "en que hay gente pasándolo muy mal". El dinero que -vista la falta de contenido- podría apoyar "quince años de cultura", dice alguien. "O un millón de euros al año durante 180 años".

Nunca es bueno generalizar, pero está claro que el 'NO' se impone. Se plantea la idea de un comunicado y de plantar cara al proyecto. Hay quien no confía en que se pueda parar. "Sólo le falta un empujoncito, porque al margen del PSE el resto de partidos están en contra, aunque sea por razones electoralistas". "Es que ¡ni desde un punto de vista neoliberal!.. es desmesurado". "¿Botín invertiría en un proyecto de este pelo?".

Se imponen conclusiones, como en toda asamblea que se precie. Hay quien plantea directamente "que desaparezcan los departamentos de Cultura, nos utilizan para legitimarse como poderes". Hay quien tira de protesta activo/pasiva con "un día sin cultura". "El problema es que les da igual". "Pues una semana sin cultura, a ver qué pasa cuando los padres no puedan llevar al niño al cuentacuentos". El último efecto llamada es la "guerra de guerrillas" contra el faraón. Que cada cual en su círculo trate de "generar inquietud". Porque da igual que sea una infraestructura cultural o de otra clase. Se busca el mausoleo cuando hay que apostar por "redensificación cultural". Y, si no está consensuado entre los propios partidos ni con el ciudadano..., ¿por qué se hace el BAI?

El mural descansa al fin. Jimmy Jazz ha dado la talla. Excelente acústica para el congreso, música de palabra y nada de teatro. Quizás desde el polémico solar de Lakua crezca al menos esta semilla asamblearia.