"El dictador se había convertido en caricatura frente a una periodista que, melena al viento, no solo le preguntaba por las torturas a la población, sino que sonreía burlona cuando desconfiaba de sus respuestas?. Pese a no conseguir extraer gran información de Ahmadineyad, si desnudaba su estupidez y conseguía un clímax de gran intensidad televisiva."