El rock es la forma de expresión más brutal, fea, desesperada y viciosa que he tenido la desgracia de escuchar". En un rincón de las tatuadas paredes de Helldorado, la frase de Sinatra se mueve entre el insulto y el homenaje. Depende de quién la lea. Y depende, también, de lo que el crooner de crooners entendiera por rock, ya que por el recinto de Uritiasolo ha pasado desde el más sucio y garagero hasta el más cargado de swing. Siguiendo con el testimonio de las paredes, por ejemplo, un dibujo al más puro estilo Corto Maltés recuerda en los camerinos el paso del también frontman californiano Eddie Nichols.
Empezar por la piel de la asociación cultural no es baladí. Helldorado ultima una reforma total, desde el cableado hasta el nuevo telón, para volver a tomar impulso tras diez años de historia. Pero no sólo es estructural y estética la intención del proyecto, que diversifica apuestas culturales apostando por el plano formativo, mientras realiza una nueva y tradicional llamada a asociarse. Un grano no hace granero, pero ayuda a los rockeros.
Se trata de sólo "un pequeño cambio de dirección". Pero que nadie se asuste, la música en directo sigue siendo plato principal. Es simplemente que el niño crece -con una década es la segunda apuesta vasca más duradera y longeva, tras el Kafe Antzokia de Bilbao- y "además del campo de los conciertos, también nos vamos a dedicar a todo el tema formativo", explica Juan Uriarte.
Los campamentos rockeros, que buscarán este verano su tercera edición, son una suerte de germen de esta nueva rama, que se abrirá ahora a todas las edades. Producción, sonido, iluminación... Muchas pueden ser las temáticas abordadas desde los monográficos que planea acoger la asociación, ahora en pleno proceso de búsqueda de apoyos institucionales, cargada de borradores. "Puede ser desde enseñar a hacer un videoclip barato hasta proponer residencias con bandas para preparar su show", añade la cabeza visible del proyecto creativo.
Tras diez años de trabajo en pro del underground musical, Helldorado prefiere abrirse que mirarse el ombligo. Y también sus puertas siguen esperando, de par en par, la llegada de nuevos socios. Tras un primer año de espectacular sincronía, alcanzando los seiscientos adheridos a la causa, el número se ha estabilizado en los trescientos. Y aquí no funciona eso del menos es más. Aquí se prefiere el do it yourself. Y, cuantos más se unan, más se podrá hacer. Traer más grupos, proponer más proyectos...
La organización del festival MUAC ha retrasado la campaña promocional de este año, pero los carteles que invitan a asociarse ya pueblan las calles de Gasteiz, destacando el ambiente de Helldo. "Queríamos resaltar nuestros valores, somos un club privado, de tamaño medio, de ambiente casi familiar, como un colectivo, y es algo que notan la mayoría de las bandas", explica Juan. Por eso la familia ejerce de metáfora en los carteles. Hacerse socio es sinónimo de formar parte de un clan que gusta de socializarse. No es sólo música, "te relacionas con la gente que te rodea, se crean otras sensaciones".
A su vez, Helldorado también ha establecido lazos con otras veintidós salas de su perfil en Kultura Live, agrupación presidida por el propio Uriarte. "Asociarse es un trabajo lento, a medio largo plazo, y está muy bien para la puesta en común de problemas. Por ejemplo, queremos darle la vuelta a la imagen, no somos los malos de la noche, y siempre estamos vinculados a la nocturnidad, las peleas, la policía... Queremos tratar de hacer ver que es un trabajo, que forman parte de la agenda de ocio de la ciudad".
Los jóvenes que toman parte en los campamentos rockeros "están deseando que alguien les dé las herramientas". El sello MUAC "enseguida caló entre la gente, algo que me sorprendió". Con Kultura Live "estamos aprendiendo". Helldorado se niega al inmovilismo, pero a la par quiere hacer un pequeño ejercicio de nostalgia -bien entendida- con ese esperado libro sobre su década de labor, incluyendo un single en vinilo. "Hay para hacer una enciclopedia", asegura Juan, convencido de que lo importante es que este volumen "se escrito por la gente". Por eso, hasta final de mes, a través de book@helldorado.net o enviados por correo a P.M. (HELL) Nueva Dentro 45 1º dcha. 01001 Vitoria-Gasteiz, quien lo desee podrá enviar textos, fotografías, dibujos, pinturas, collages... Cualquier expresión que, quizás, pase a formar parte de la selección final, en función de cantidades. Helldorado cuenta diez. Helldorado se cuenta. Y Helldorado, en definitiva, tiene en cuenta que times are changing. Sin dejar de ser lo que es.