MADRID. La proposición, que fue aprobada por unanimidad, insta al Gobierno a "que se adhiera -y colabore si fuera requerido-" al acuerdo alcanzado este mes "por amplia mayoría" en el Parlamento Vasco.

Dicho acuerdo insta al Gobierno vasco a que, junto con la Diputación Foral de Gipuzkoa, llegue a un acuerdo de viabilidad con la familia Chillida-Belzunce.

El museo Chillida-Leku, de gestión privada y que alberga obras del escultor Eduardo Chillida, cerró sus puertas el pasado 1 de enero y pidió la tramitación de un expediente de regulación temporal de empleo para su 27 trabajadores.

El diputado del grupo popular José Eugenio Azpiroz, en la defensa del texto original de la proposición, modificado por una enmienda del grupo socialista, consideró "un lujo" tener un museo como el Chillida-Leku, por lo que señaló que hay que hacer "todo lo posible para colaborar en su reapertura".

Además, el diputado guipuzcoano señaló que a su grupo le parece "conveniente" que el Ministerio de Cultura "tenga un grado de participación o de implicación, habida cuenta de la dimensión internacional del artista y del valor cultural, escultórico y artístico que representa el museo".

Azpiroz repasó los pasos recientes de la negociación entre el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa con la familia para adquirir el ámbito museístico y las obras que alberga.

"Se habla de 80 millones de euros, que es una cantidad no menor, pero que, en todo caso, según fuentes de la familia Chillida, parece que representan el 50 por ciento de lo que pudiera significar una tasación en el mercado en este momento", explicó el parlamentario, quien consideró que "abre positivamente una puerta a que se llegue a un acuerdo".

Por el grupo socialista y para defender su enmienda, el diputado Josu Montalban recordó que, cuando se abrió el museo, la familia de Chillida "huyó de establecer compromisos con las instituciones públicas", pero se recurre a ellas ahora, "después de que el negocio ha fracasado".

Montalban consideró que la decisión de la familia Chillida-Belzune de hacer un museo de gestión privada "contrastaba, de algún modo", con la defensa que hizo en vida el escultor de su obra "como obra pública", pues para él era la garantía de que el público pudiera acceder a ella sin excepciones, aseguró.

El diputado socialista vizcaino pidió a la familia Chillida-Belzune "la humildad necesaria para facilitar el final feliz" que suponga la reapertura del museo.

A las instituciones públicas les pidió "la generosidad necesaria para que nunca parezca ni se muestre públicamente que la pervivencia" que todos desean para el museo "viene de un fracaso anterior".