vitoria."Cuando te dedicas a esto te das cuenta de que tan importante como atender a los pacientes es trabajar para que la gente joven no se enganche", dice. De ahí su preocupación por denunciar la histórica relación que existe entre el tabaco y medios como la publicidad o el cine. "Infinidad de estudios científicos confirman que las películas influyen en el modo en que comienza la adicción al tabaco", añade.
La relación entre cine y tabaco es tan antigua como el séptimo arte.
Al principio el tabaco se empleaba como un elemento expresivo más del lenguaje cinematográfico, pero la industria tabaquera no tardó en utilizarlo con fines comerciales y para dar la idea de que todo el mundo fuma, que el tabaco es básico y que la gente interesante lo utiliza.
¿Cuándo comenzó esa utilización?
Hacia los años 20 del siglo pasado. Las tabaqueras se dieron cuenta del gran potencial del cine para inducir al consumo de cigarrillos y firmaron acuerdos con las productoras cinematográficas, con directores y guionistas para que se fumara en las películas. Hubo actores que recibieron sumas millonarias de la industria tabaquera para promocionar determinadas marcas. Todo eso se confirmó oficialmente cuando quedaron al descubierto los archivos secretos de las grandes tabaqueras.
¿Está de acuerdo en que hay géneros, como el cine negro o el western, que no podrían entenderse sin el humo del tabaco ni los cigarrillos?
Por supuesto. No estoy en contra de que se utilice el tabaco como instrumento cinematográfico ni de que se refleje su consumo de forma real. Sería absurdo que en la serie Cuéntame nadie fumara, porque en aquella época era un hábito más extendido aún. Otra cosa distinta es que una película se use para dar la idea de consumo masivo. Durante años en algunas películas se fumaba mucho más que de lo que se fumaba en la realidad de los sectores representados.
Para un cinéfilo es imposible sustraerse a la erótica del humo...
A mí también me encanta. El tabaco está presente en cualquier forma de arte: literatura, pintura, música... Si tiene un sentido exclusivamente estético puede ser interesante. Una de mis películas preferidas es Casablanca, e imaginar a Humphrey Bogart sin el cigarrillo en los labios sería como imaginarle sin el sombrero, la gabardina o la compañía del capitán francés. Yo disfruto viendo las películas con ese tipo de estética. Lo que ya no es de recibo es manipular la expresión artística para inducir al consumo entre los jóvenes.
¿Y cuál sería, a su juicio, el uso "adecuado" del tabaco en el cine?
Mi recomendación es que el uso del cigarrillo refleje verazmente lo que sucede en el ambiente social retratado. No debe exagerarse.
En EEUU las películas en las que el tabaco tiene una presencia importante reciben la clasificación R, la misma que alerta de escenas con sexo y violencia. ¿Cree que en España se impondría un sistema así?
En España no parece realista, es una medida más propia de sociedades puritanas y rígidas como EEUU. Las propuestas que el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo remitió a la anterior ministra de Cultura y que no obtuvieron respuesta son: exigir a las películas con escenas de tabaco un certificado -visible en los créditos del filme- que dé fe de no haber recibido compensaciones de la industria tabaquera; que las salas emitan antes y después de la proyección anuncios del Ministerio de Sanidad que recuerdan que el tabaco es adictivo y perjudicial para la salud; y que entre las condiciones para acceder a subvenciones de Cultura figure el control sobre la presencia del tabaco en las películas.