Vitoria. Si en la transición de la década de los ochenta a la de los noventa Faemino y Cansado se encargaron de acuñar el humor más irreverente, surrealista y personal -imitado hasta la saciedad-, en los albores del nuevo siglo el clan Muchachada ha sido el encargado de marcar el sello de la carcajada más absurda. Joaquín Reyes es uno de los principales iconos de este colectivo, y como casi todos sus integrantes se expresa también con modus operandi individual, el que se vestirá para visitar Gasteiz, en concreto la sala Jimmy Jazz, el próximo viernes 18 de marzo con un espectáculo titulado Soy especial.

No es la primera vez que Reyes visita la capital alavesa. De hecho, lo hizo hace bien poco, apenas un año, a través de su faceta originaria, la de dibujante. Fue con el lápiz como dio sus primeros pasos profesionales -cartun.com-, que más tarde se encauzarían a través del soporte televisivo de La hora chanante, Muchachada Nui o Museo Coconut, entre otros proyectos y formatos de las 625 líneas.

Todos los integrantes de esta nueva corriente humorística trenzan los mismos mimbres creativos, pero quizás Joaquín Reyes es el más cáustico de ellos, el que más desborda su capacidad de enrevesar el texto y las maneras narrativas. A Gasteiz llegará con formato monólogo, con un show en el que promete tocar temas como "la familia, las vacaciones, las parejas, los ovnis o los supositorios", una mezcolanza que a buen seguro sabrá ligar con su particular ritmo escénico.

Muchos serán los que acudan al eco de sus propias carcajadas, con el instinto de prever que el que una vez les partió de risa en el sofá sabrá además hacerlo en la platea. Múltiples son los personajes con los que Reyes ha desbordado las carcajadas del público, repetidas posteriormente en conversaciones y encuentros de los propios espectadores en sucesivas resonancias.

Entre las varillas del nutrido abanico de personajes, el cargante Enjuto Mojamuto o el inquietante Payaso son sólo algunos de los ejemplos, que llegan al paroxismo con la que es su más alta vertiente, la de las imitaciones, ejercicios en los que Reyes ha desplegado siempre todo su arsenal de ironía, huyendo del calco y poniendo a todas y cada una de ellas toda la retranca referencial, desbordante de acidez. Axl Rose, Tim Burton, Björk o Anatoli Kárpov, por poner sólo tres ejemplos, han pasado por una galería poblada de decenas de personajes.

En su paso por Gasteiz, ese estilo estará a buen seguro presente a través del formato del monólogo, el que le impulsó también a la popularidad desde Paramount Comedy. Aún en solitario, sin Ernesto Sevilla, Raúl Cimas, Julián López o Carlos Areces, el actor de Albacete se bastará y sobrará para firmar un menú de humor "que os va a dejar con el culo torcido y que probablemente os lleve al éxtasis".