Vitoria. La primera vez que Duquende iba a tomar parte en una programación del ciclo Flamenco del siglo XXI, él, el guitarrista Chicuelo y el responsable de la programación, Antonio Benamargo, subían hacia el norte escuchando las tristes noticias del 11-M. El concierto se terminó suspendiendo. Ya en aquel momento el nombre del cantaor de Sabadell ocupaba un lugar destacado en la escena actual, una buena fama que ha crecido todavía más en este tiempo. Hoy, ya sin contratiempos, Juan Rafael Cortés Santiago se estrena en esta temporada que la capital alavesa comparte con Logroño y Barakaldo, aunque su voz conoce bien Gasteiz.

Y es que Duquende ya ha dejado detalles de su calidad en visitas como la que el pasado mes de julio realizó al pabellón de Mendizorroza para tomar parte en el concierto que ofreció el maestro Paco de Lucía dentro de la última edición del Festival de Jazz. "Ir en ese grupo es especial pero cuando de verdad demuestras las cosas es en el momento en el que estás solo en el escenario; con ellos hago la música de De Lucía; ahora, es lo mío lo que suena, mi flamenco y es donde debo demostrar que puedo sacar las castañas del fuego", explicó ayer el cantaor durante la presentación oficial de un ciclo que ya cumple 15 años de vida, un tiempo siempre abierto a las distintas familias del género y que, sobre todo, ha servido para conocer a jóvenes promesas que hoy son figura (que se lo digan, por ejemplo, a los que vieron en su momento a Miguel Poveda).

Juan Rafael Cortés Santiago, verdadero nombre del intérprete de Sabadell, acude a este su segundo debut con la compañía de su guitarrista de referencia, Chicuelo, para hacer un repaso por distintos palos a partir de las 20.30 horas sobre el escenario del Jesús Ibáñez de Matauco. Todavía quedan algunas, aunque pocas, entradas a la venta para la cita en el teatro del centro cívico Hegoalde.

"El flamenco es un idioma universal que llega a todas las partes. Aquí estamos como en casa y seguro que el público podrá disfrutar", apuntó Duquende, al tiempo que el guitarrista reconoció que actuar con el cantaor tiene su carga de riesgo. "Le gusta improvisar en un momento dado; tiene sus ocurrencias y eso hace que debas estar atento durante todo el concierto. Pero me gusta el riesgo del directo y lo que hace él me sorprende, me divierte, me exige y hace que todo sea más entretenido", describió Chicuelo. "Jugamos mucho", reconoció su compañero de escena hoy en la capital alavesa.

Ellos serán los primeros de un ciclo que hasta principios de abril ofrecerá otras cuatro citas con el público alavés. El próximo en pisar el Ibáñez de Matauco será Pansequito (19 de este mes), que estará acompañado a las seis cuerdas por Diego Amaya. El 5 de marzo será el turno para Mariana de Cádiz, a la que arroparán el guitarrista Antonio Carrión, así como Diego Montoya y Concha Carrión al compás.

Las dos últimas citas vendrán de la mano de Cancanilla de Málaga (19 de marzo) y de David Lagos, cerrando el 2 de abril.