París. La primera dama francesa no quiere meterse en política y no hará campaña si su marido vuelve a presentarse a las Presidenciales del año próximo, al tiempo que señaló que no votará a la izquierda . "Para mí la política sigue siendo un mundo difícil. Nunca será mi profesión, nunca la haré. Me parece muy valiente, admiro a quienes la hacen. La política no es mi oficio, a veces es violento", afirmó la cantante en declaraciones que recogía ayer Le Parisien. Bruni consideró "un honor" del que está "orgullosa" poder "representar a Francia en el extranjero", pero eso no implica que vaya a entrar en política. "No voy a hacer campaña, sobre todo mientras mi marido todavía no esté en campaña. Es él quien debe elegir lo que quiere hacer en 2012. Le respaldaré si se lanza" a un nuevo mandato, agregó.

Confirmó que en su juventud tenía ideas de izquierdas, pero entonces votaba en Italia, su país de origen, y añadió que nunca ha votado a opciones de izquierda en Francia. "Formaba parte de la comunidad de artistas. Éramos (...) de izquierdas pero en ese momento votaba en Italia. Nunca he votado a la izquierda en Francia y no voy a empezar ahora. No me siento auténticamente de izquierdas", señaló.

Bruni se mostró decepcionada con algunos comportamientos de los socialistas franceses, en particular citó las críticas que lanzaron contra el ministro de Cultura, Fréderic Mitterrand, por su defensa de Roman Polanski. "Escuché a responsables socialistas decir lo mismo que a los del Frente Nacional", señaló. Además, dijo que apenas ha tocado los despachos reservados a la primera dama en El Elíseo, que mantienen la misma decoración excepto un tapiz en el que aparecían pavos reales, un ave que en Italia se considera de mala suerte y que quitó por sugerencia de su madre y su hermana. "No he tocado nada más", aseguró la exmodelo, quien señaló que prefiere vivir fuera de la residencia oficial. "Me parece agradable para mi marido regresar a casa, tener una vida normal. Si no, seguiría trabajando de la mañana a la noche", indicó.