Vitoria. Ajeno a burbujas inmobiliarias y al margen de la caída del precio de la vivienda, el edificio más caro del planeta ya está en venta. En pleno centro de Londres, los multimillonarios pueden hacerse con áticos desembolsando la friolera de 160 millones de euros. Diseñado por Richard Rogers, el conjunto residencial busca el mercado inmobiliario de lujo. Las ventajas de establecerse en estos pisos son sus espléndidas vistas sobre Hyde Park y sus portales desembocando en la zona exclusiva de Knightsbridge. Además, tendrá como vecinos al primer ministro de Qatar, a otros colegas del Golfo Pérsico y a varios multimillonarios oligarcas rusos.
El edificio One Hyde Park fue inaugurado oficialmente en Londres por los hermanos que están detrás del elitista proyecto, los británicos Nick y Christian Candy. Los 86 apartamentos, en su mayoría con vistas al Hyde Park y al palacio de Kensington, incluyen un mayordomo, bodega para vinos, spa privado o una habitación contra el pánico. También cuentan con un túnel subterráneo privado que conecta con el Hotel Mandarin Oriental, permitiendo que los residentes dispongan las 24 horas del día con un servicio exclusivo de mucamas, camareros, conserjes y masajistas del hotel.
Mirar por la ventana y regodearse con Hyde Park; codearse con vecinos que son las grandes fortunas del mundo; contar en tu casa con una cámara acorazada; o tener enfrente los almacenes de lujo Harrod"s se cotiza muy al alza. Exactamente, a más de 60.000 euros el metro cuadrado, el precio más alto pagado nunca.
One Hyde Park, el complejo formado por cuatro torres de cristal, ha batido todos los récords a la hora de marcar exclusividad y precios. Diseñado por el arquitecto Richard Rogers, autor de la T4 de Barajas y del centro Pompidou, en París, ofrece todo tipo de servicios y prestaciones. El caché es tan alto que el gigante de la Formula 1, McLaren, pretende abrir su exclusivo showroom en este complejo.
Según los Candy, el 65% de los apartamentos ya han sido vendidos y agregaron que el proyecto demuestra que aún hay apetito entre los multimillonarios por vivir rodeados de lujo y glamour. El apartamento más asequible es una vivienda de un dormitorio y cien metros cuadrados que se vendió antes de Navidad por 5,75 millones de libras. Sin embargo, el objeto del deseo son los áticos. Uno de ellos, de 220 metros, ya se ha vendido por 160 millones de euros.