madrid. Pasar de clérigo volteriano a convertirse en duque de Alba no parece fácil pero Jesús Aguirre lo consiguió, quizá porque siempre aspiró a lo más alto, como refleja ahora el escritor Manuel Vicent en su nuevo libro Aguirre, el magnífico, protagonizado por "un personaje propio de Valle-Inclán". "Era un hombre brillante, ingenioso, sarcástico y malvado; de respuestas imprevisibles y eruditas", decía ayer Vicent, quien se adentra en la vida de este intelectual, admirado por unos y considerado "un arribista, un cazadotes" por otros. Pero Aguirre, el magnífico es más que una biografía novelada del decimoctavo duque de Alba, porque Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) da también sabias pinceladas sobre medio siglo de la historia española y construye "un retablo ibérico" donde este personaje se refleja como si fuera "una figura escapada de la corte de los milagros de Valle-Inclán". La posguerra y la larga dictadura franquista, la apertura del Concilio Vaticano II, la Transición, las décadas de democracia, la "movida" de los ochenta y el final del milenio -Aguirre murió en 2001-.
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