vitoria. Coincidirán el 5 de febrero en una sala de Tobarra, provincia de Albacete. Pero, antes y después, Segismundo Toxicómano y Gatillazo pasarán también por un mismo lugar: el aeropuerto. Las dos bandas alavesas empiezan a desenvolver el primer tramo de 2011 descubriendo dos regalos internacionales, los que llevarán a los primeros a un festival londinense y a los segundos a tierras mexicanas. El punk patatero exporta.

Aunque el rock envenena su música, el punk guía la actitud musical y vital de Segismundo Toxicómano, un irreductible grupo gasteiztarra que nació en 1997 y mantiene trece años después sus galones de energía rebosantes. Los días 15 y 16 de este mes el cuarteto acepta la llamada, el London calling, y se planta en la sala Bridgehouse de la capital inglesa. Lo harán de la mano del grupo GBH, conocida formación de hardcore punk de Birmingham. El primer día, además, el tándem estará acompañado por Charred Hearts y Hushwhore, y el segundo por Left for Dead y Blatoidea.

Seis trabajos de estudio (Segismundo Toxicómano, Mundo tóxico, 1, 2, 3... Fuego, Escapa!, Auschwitz 05 y Una bala) y un directo grabado en Helldorado (Balance de daños) narran la trayectoria de la banda, compuesta actualmente por Placi (bajo y voz), Gabi y Peke (guitarras y coros) y Arnaiz (batería y coros). El trabajo de bandas como Cicatriz y el de los clásicos pioneros británicos fue -y es- la inspiración de una agrupación que no ha perdido ni un ápice su personalidad.

La historia de su último trabajo es un buen ejemplo. Tras editar todos sus trabajos con diferentes sellos discográficos, Segismundo Toxicómano da la vuelta a la tortilla -mejor a la galleta, ya que hablamos de álbumes- y autoproduce Una bala. Y no sólo eso. En su gira de presentación, regaló con cada entrada una copia del disco. Los tiempos de la música están cambiando. También los Segis, que tienen claro cuidar al que más lo merece: su público.

Si la marea atlántica de Segismundo Toxicómano les lleva a coordenadas septentrionales, con tendencia meriodional se mueve de nuevo la brújula de Gatillazo, que se pone azteca. Tras un primer viaje a América Latina en el ecuador del recién pasado 2010, es el turno de que Evaristo y los suyos dejen su huella en México, con dos bolos que tendrán lugar en el mes de marzo. El primero de ellos será el viernes 4 en Monterrey. El segundo, el sábado 5 en Guadalajara. No ha cuajado la posibilidad de cerrar el triángulo con la presencia en la capital, en la populosa México D.F. "Esperamos que en otra ocasión pueda ser posible", confían sus miembros.

Casi un año después de su paso por Argentina, Uruguay y Chile, la banda vuelve a cruzar el charco para dejar patente su punk de toda la vida, ese que carga contra sus sempiternos enemigos: la Iglesia, los políticos, la monarquía, la banca... Fue el pasado mes de mayo. "Los conciertos en América fueron impresionantes", contaban Tripi, Txiki, Ángel, Button y Evaristo a este periódico con motivo de su reciente concierto en la sala Jimmy Jazz de Gasteiz. "Y lo más importante es que fuimos como un grupo y volvimos de la misma manera, así que prueba de fuego pasada y para el año que viene esperamos volver a cruzar el charco, a pasar un montón de horas en aviones y aeropuertos y a flipar a lo grande con el público americano".

Las palabras del quinteto con sede en Agurain resultaron augurios. Augurios que en los carteles que anuncian la visita de los alaveses tienen todavía más ecos. "20 años de espera... Han terminado", reza el póster que avisa de la visita de Evaristo y los suyos, protagonizado por la caricatura del cantante, los ojos ocultos tras un rectángulo negro. Y es que hace dos décadas, en el año 1990, La Polla Records visitaba los escenarios mexicanos con toda su rabia latente, dejando una huella difícil de olvidar entre el público. Huella que volverá a marcar su fuerza en apenas dos meses.

Seguro que habrá temas de ambas propuestas. De la inolvidable La Polla Records y de los contundentes Gatillazo. Dos nombres, pero la misma forma de afrontar la música, que cuenta como último registro con un Sex pastels que ya cuenta tres años de antigüedad. "Planes nos sobran, lo que pasa es que a veces no se pueden llevar a cabo todos los que tienes. De momento ya tenemos muy avanzado e incluso medio grabado lo que será el siguiente disco y si las lesiones nos respetan saldrá pronto a la calle", comentaban en diciembre.

Un cuarto de siglo después de arrasar los bafles de la capital alavesa, el punk made in Gasteiz demuestra con estas salidas internacionales su pleno estado de forma, su valor como exportación, la vigencia de las coordenadas de una música que, si de algo no pecará nunca, será de falta de pegada.

Segismundo Toxicómano en Londres. Gatillazo en México. La coordenada musical del punk y su mensaje universal abren fronteras y convierten a este estilo en un lenguaje que va más allá. En Álava, quizás, es el género por antonomasia, el que con más sencillez irrumpe más allá de la Llanada. Dos fuerzas lo demuestran en estos primeros albores del año con cuatro citas de las que volverán, a buen seguro, con pilas cargadas. Después de haberlo dado todo. El punk nunca se deja una sola bala en el tintero.