vitoria. La última propuesta de Praxis apura las hojas de su particular calendario. Una cuenta atrás hecha de juego y experimentación, siempre a raíz del concepto suerte que guía BlueSky-VGA, un sello azul, ideado e impulsado por el artista alavés Francisco Ruiz de Infante, que ha ido contaminando desde 2009 el museo y que llega a su meta -al menos en Artium- dentro del programa Praxis, guiado por Blanca de la Torre.
Para hacer balance, la prensa ha sido citada en la sala del museo dedicada al laboratorio experimental de Praxis. Ahora está poblada de piezas, pero empezó en un absoluto vacío, como todas las propuestas de este programa adicto al work in progress y al do it yourself.
La prensa ha sido citada, pero sólo Blanca la recibe. El resto de participantes intervendrán a través de skype. Una experiencia insólita que conjuga con las lúdicas ficciones puestas en escena por Ruiz de Infante y varios artistas cómplices -Nekane Aramburu incluida- de su juego. Porque todo empezó como un juego, como una partida de Risk en la que se repartieron el espacio de la sala para colocar sus trabajos. Y luego llegó el póquer. Y después el bingo.... La suerte, el azar y lo aleatorio como brújulas con vocación de veleta ingobernable.
"Se trata de poner en peligro ideas muy frágiles", apunta un Ruiz de Infante pixelado desde la videoconferencia. Y la experiencia lo ha hecho. Ha puesto en cuestión el espacio. Y ha probado las conexiones a distancia con los espectadores, en un evento inaugural y en el día a día de la muestra. El mundo del arte, según Ruiz de Infante, "ya no se trata solamente de poner algo en una vitrina", sino de ensayar, de proponer experiencias piloto como ésta, que acaba con metáfora lúdica. "No se trataba de ganar, de vencer, sino de avanzar".