VITORIA. En Salinas de Añana, los reyes magos serán cinco. La taberna Gesaltza de la localidad alavesa recibe en la medianoche de hoy a los gasteiztarras Sumisión City Blues, que, con disco inminente a punto, mostrarán sobre sus tablas su particular idea del rock.
Una idea que se basa en la vuelta a las raices del rock, que se colocan en el blues, en el country, en el folk... Hacia ahí es hacia donde apuntan, musicalmente hablando, Pela (voz), Anti (guitarra), Joseba (guitarra), Kike Penike (bajo) y David (batería), que beben en este proyecto del trabajo de músicos como Elmore James, Muddy Waters, Son House...
Aunque, hijos de su tiempo, los cinco también miran hacia grupos más recientes, más contemporáneos, que crean su sonido a partir de una excavación directa en los orígenes de todas esas densidades que gustan a Sumisión City Blues: Gun Club, Nick Cave, Gram Parsons, Mink DeVille ....
Y -un poco más de totum revolutum- las raíces personales de los miembros de la banda se encuentran, además, clavadas en el movimiento punk-rock que conquistó todos los rincones de Euskal Herria durante la década de los ochenta. En grupos como Eskorbuto, RIP, o Cicatriz, que fueron en la adolescencia la banda sonora de este quinteto, que ahora recupera parte de la fuerza que tuvieron aquellos días. En las canciones, en el sonido y en la actitud. Nada de sumisión.