"Basta el capítulo de arranque de la cuarta temporada para entender por qué es la serie más en forma que nos llega de Estados Unidos. La primera frase fue sintomática: "¿Quién es Don Draper?". El protagonista era incapaz de responder al periodista que le formulaba la pregunta.Algo así les pasa a los fieles, desmenuzan la serie sin conocer del todo a su personaje, al que se sigue sin pistas evidentes ni tan siquiera la habitual y cansina música para recalcar la atmósfera".