Madrid. Con el regalo de una futura ley que le otorgue más autonomía, el Museo Reina Sofía festejó ayer sus veinte años con la apertura de la reordenación del segundo tramo de su colección, que propone a través de mil obras una nueva lectura artística desde 1945 hasta 1968.

El 60% del millar de obras expuestas no se habían visto nunca en el museo. A partir de ahora pasan a ocupar los más de 4.000 m2 de la 4ª planta que inauguró ayer la reina Sofía junto con la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde y el director del museo, Manuel Borja-Villel. La ministra valoró la celebración de estas dos décadas de un museo en el que "se habla de la memoria y la historia, pero también del presente". "Es un día importante porque el museo inicia su senda de futuro", añadió. Se refería así a la anunciada ley del Museo Reina Sofía que el Gobierno prevé aprobar en mayo de 2011, una normativa que, dijo, agilizará los trámites burocráticos del museo, le concederá más autonomía en su gestión y permitirá nuevas formas de financiación. Para Borja-Villel, el Reina Sofía "plantea más preguntas que respuestas" y ha logrado en 20 años "difíciles pero maravillosos" cosas "extraordinarias". El segundo tramo de la colección permanente presentada ayer con el título ¿La guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido (1945-1968), propone un recorrido cronológico por uno de los periodos más convulsos del arte de vanguardia donde, de un lado, se produce la consolidación de un modernismo alineado con el poder y, de otro, corrientes modernistas que fueron marginadas del discurso oficial.

La visita arranca con Monumento a los españoles muertos en Francia (1947) de Picasso, y culmina con la película de Resnais La guerra ha terminado (1966), que ilustra el desgaste de las resistencia antifranquista en los 60. Hay piezas de Miró, Duchamp, y otras dejadas en depósito, como es el caso de las colecciones de Lygia Clark, Franz Weissmann y Onnasch que ha cedido 27 obras. Entre ellas de Clyfford Still, Franz Kline, Rauschenberg, Christo, Tàpies, Saura, o Miralles. En la nueva reordenación destacan figuras como Alberto Greco.