El territorio Kodigo Norte lo guardan cuatro puntos cardinales que siempre tienden al centro. Se comprueba, por ejemplo, en la gestación de los temas, donde existe una suerte de democracia con derecho de veto. Eso sí, cuando una base y sus fraseos superan los filtros de Markes, Gorka Suaia, Sok y Dj Loro, es que ese tema les gusta de verdad.

Hasta diecisiete componen la nueva y esperada entrega del combo de V-I, como ellos gustan de bautizar a una Gasteiz que protagoniza su primer y visitado videoclip, el de un One love/One shot que titula a su vez el trabajo, y que habla a las claras de la filosofía conceptual y musical del cuarteto. Puede llamarse equilibrio. O dualidad. Kodigo Norte tiene todo menos pudor. "A veces, en algunos temas, toca criticar, en otros mandar un beso".

En ese reflejo de la realidad se mueve un álbum que tiende a una vena, sin perder los códigos de los Kodigo, más melódica que anteriores registros. "Sí que hemos ganado en eso, en melodías, y los estribillos están mucho más trabajados", confirma Markes. "Yo creo que es un paso adelante".

La mecánica de trabajo ya no suele proponer "escribir un tema y buscarle un ritmo". Las bases de Dj Loro pasan la criba de la asamblea y, generalmente, los estribillos de Gorka y Mikel lanzan el leit motiv del tema. "Somos cuatro personas muy raras, tenemos cada uno nuestra pedrada y nuestra forma de ver cada cosa, pero no hay una opinión que predomine sobre el resto", explica Sok. "Es que uno de los puntos importantes es la autocrítica, ser exigente con uno mismo y los demás, una selección natural de la que queda lo mejor", apunta Gorka.

Esa suma de factores -y de estilos de fraseo- es el sello de originalidad de Kodigo Norte, democracia que nace del caos del local. Un caos ordenado que se desencadenó al finalizar el periplo de conciertos de la banda. "Empezamos a hacerlo hace dos años, porque tocamos un montón y cuando tocas no tienes tiempo de crear temas... Pero el último arreón lo haces al final", recuerda Dj Loro, responsable de unos instrumentales que, como de costumbre, desvelan su gusto por el soul y el funk de los setenta, cada vez con más bagaje y experiencia. "Es cierto que el rap tiene un punto monótono y conseguir que un tema con bombo y caja predominante no lo sea tiene lo suyo".

Precisamente ese tipo de cortes predominan en este One love/One shot, que sigue las mismas coordenadas comprometidas de la banda. "Como este diario, nosotros también somos nuestro propio periódico, Kodigo Norte siempre ha sido mensaje", escribe Gorka en el aire, con palabras. "Son disparos que salen, es decir la movida", entrelaza Markes. "Contar todo eso que no se cuenta por esa falta de libertad de expresión que hay aquí", completa en fraseo cruzado Gorka, cuya voz abre disco con un verso dedicado a Ares. "La música es nuestra arma de denuncia".

Contar lo que se quiere. Cantar lo que se quiere. Y creer en lo que se cuenta y se canta, siempre "con sentido crítico y gusto musical", matiza Markes. "Sí, porque somos arquitectos y diseñadores, a fondo; no queremos comer la oreja con temas superlargos... ni demasiado cortos", reconoce Sok. 23.000 visitas al primer y cuidado videoclip y 2.400 del disco -a través de su web- sólo en el primer día -a cien descargas por hora- hablan a las claras de lo que se esperaba esta nueva remesa.

Una remesa que se expondrá en directo el 11 de diciembre en el Gaztetxe de Alsasua. Y que llegará a la sala Jimmy Jazz el sábado 15 de enero. Music soldierz, Abre los ojos, Algo que contar, Tratar de vivir... Son algunas de las nuevas facturas de un grupo que combina balas de palabra -delicioso sampler de Taxi driver- con besos/versos rimados. Melodías para compartir pensamientos. Ya se echaba de menos.