Madrid. Tras convertirse en uno de los últimos fenómenos editoriales con la novela Contra el viento del norte, el austríaco Daniel Glattauer vuelve a llenar las páginas de Cada siete olas de cientos de correos electrónicos que descubren el final de la historia de amor de sus remitentes.

Cada siete olas (Alfaguara) es la esperada continuación de Contra el viento del norte, publicada antes de verano y traducida a más de 32 idiomas; sólo en Alemania y Austria ha vendido más de millón y medio de ejemplares, y ha trasladado su éxito a la radio y al teatro. Un fenómeno aupado por el boca-oreja al que ha colaborado Internet: en España sus libros tienen una cuenta en Facebook con más de mil seguidores. "Escribí la novela adecuada en el momento más oportuno", destaca a Efe el escritor, que confiesa que "no había planificado escribir una segunda parte". "Para mí la historia había acabado en la primera novela, pero empezaron a llegar por Internet cientos de peticiones de lectores para que escribiera el final", desvela el autor. En las más de 500 páginas que suman Cada siete olas y Contra el viento del norte, Glattauer configura a través de cientos de correos electrónicos una historia de amor de más de dos años que engancha al lector, pues en cada mensaje va descubriendo el desarrollo de la pasión virtual dependiente entre sus personajes, Emmi Rothner y Leo Leike. Sabía que quería escribir una novela de amor, pero sólo supo que la estructura basada en el intercambio de correos era la idónea cuando llevaba hecha en el borrador casi la mitad de la historia. Para Glattauer, se trata de literatura "fácil de leer pero no superficial", porque si bien todo el mundo asocia los correos electrónicos a un modo de comunicar muy rápido, considera que estos mensajes "pueden ser tan cuidados y complejos como una carta o un poema".