"Carmina Ordóñez como invisible protagonista. Lo más tremendo de esta negra pamema es que, en algunos momentos de la sesión, la aparentemente delicada médium british dejaba de ser mensajera, abandonaba su papel de portadora de noticias, y se transformaba en la mismísima difunta, hablando en primera persona, como si el espíritu de Carmina hubiera penetrado en Telecinco y la hubiera poseído".