Vitoria. Es el momento de volver a juntarse. La Noche Scratxe reunirá mañana a público y creadores en la sala Amárica (que suele quedarse pequeña en estas citas) para dejarse llevar por las seis performances que darán cuerpo a la quinta edición de una propuesta creativa impulsada por el colectivo Factoría de Fuegos junto al Proyecto Amarika. Intervenciones y experimentos artísticos de corta duración, salvo alguna excepción, tomarán el céntrico espacio a partir de las 20.00 horas y con entrada gratuita.

Tres artistas alaveses, uno catalán y dos ingleses serán los protagonistas de un encuentro que en sus cuatro ediciones anteriores ha abierto sus puertas a 23 performes y 25 piezas, como recordó ayer la diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle. Y en cada una de estas sesiones siempre hay lugar para dar pasos más allá, para encontrar propuestas novedosas tanto en el fondo como en la forma.

Frente a los espectadores estará, por ejemplo, A ciegas, proyecto de la alavesa Silvia de Yrazu, que, en una pieza de teatro experimental, colocará a dos desconocidos frente a un diálogo que desconocen. Se da la circunstancia de que esta propuesta fue una de las que se subastaron entre el público en la Noche Scratxe de junio y que ha sido posible gracias a ese acto.

También desde Vitoria, Andoni Oporto propondrá Rosebud-010, un trabajo de vídeo-arte y acción. Sin olvidar, a Mary Zurbano, que regresa a esta iniciativa con No mirarás: el onceavo, donde se acercará a las consecuencias de la manipulación informativa y lo que ello puede conllevar cuando anula los sentidos, la memoria y las vivencias.

Desde Barcelona, Noa Reshef desembarcará en la capital alavesa con Striptease 6-9, en la que se analizan las relaciones de poder entre el performer y el público.

Por último, Gran Betraña se hará presente a través de los grupos Bottlefed (con la acción de resistencia física y sentimental Hold me until you break) y Sedated by a brick ( de la mano de la performance If destroyed still true).