De alegrías y miserias

La presentación colgada en la web del festival Periscopio por su director Paco Valderrama relata de manera explícita las miserias de una profesión que no pasa por su momento más álgido. La crisis económica ha alcanzado a este sector antes que a muchos otros por la volatilidad del estatus que acogen, en ocasiones, estos profesionales. En la otra cara de la moneda, la fotografía es una disciplina vocacional y el periodismo es un amante caprichoso que no permite la vida ni con él ni sin él. Todo ello no hace sino ensalzar esta quinta edición de Periscopio que pelea por el reconocimiento de muchos de estos fotógrafos que sobreviven por medio de este arte instantáneo, así como difundir el trabajo de muchos otros que, aun siendo considerados maestros en este ámbito, no se ven reconocidos como debieran. Al final del camino, siempre queda echar la vista atrás para divisar con orgullo el retrato global formado por cada uno de los carretes revelados. Paradigmática, en este sentido, es la muestra que se asienta en la plaza de la Virgen Blanca. Nuestro mundo, hoy, un compendio de los trabajos de la agencia Reuters, dibuja con precisión la actualidad global.